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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con su mano derecha, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con Rafael PérezEP

Investigación

Koldo aludía al 'dos' de Marlaska en una conversación con Cerdán sobre cómo evitar pinchazos telefónicos a la trama

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha interceptado una conversación entre Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, y Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, en la que el primero asegura mantener trato directo con Rafael Pérez, por entonces secretario de Estado de Seguridad y número dos del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La conversación se produjo en diciembre de 2023, mientras la trama de comisiones ilegales estaba operativa y negociaba adjudicaciones públicas de gran cuantía.

La grabación, recogida cuya transcripción está volcada en el informe remitido por la UCO al Tribunal Supremo, revela el clima de seguridad con el que se movían los investigados. En ella, Koldo explica a Cerdán que «Rafa es secretario de Estado de Interior«. Más adelante "me lo dijo a mí». En ese momento añade que Pérez le comunicó su decisión de dejar el cargo: «Rafa se quiere ir», afirma, en una frase que sugiere una relación de confianza y cercanía.

Esta afirmación cobra especial relevancia teniendo en cuenta que Pérez presentó su dimisión hace tan sólo dos semanas, justo después de que El Debate y otros periódicos publicaran la existencia de un informe de la Guardia Civil centrado en Cerdán. Aunque el Ministerio del Interior explicó su salida como una decisión personal vinculada al desgaste del cargo, el contenido de la conversación entre Koldo y Cerdán plantea si Pérez ya era conocedor de la magnitud del escándalo que se avecinaba.

En esa misma charla, Koldo trata abiertamente cuestiones relacionadas con seguimientos policiales y escuchas. «Yo lo único que te pido es que si me puedes ayudar con el [ininteligible] que si por favor puedes [...] varias escuchas», dice. Inmediatamente después lanza una afirmación reveladora: «El WhatsApp no lo pueden ver, solo hay una máquina y han traído una máquina a [ininteligible] y no hay más, para toda España no han tenido ninguna». Esta frase, que los agentes han subrayado por su relevancia, indica que los implicados conocían los límites técnicos de las herramientas de interceptación judicial, y que actuaban en consecuencia para evitar ser detectados.

Koldo no se limita a eso. Continúa afirmando que si alguien quiere saber «dónde vas, con quién vas y dónde vas», el informe lo elabora la Policía Nacional. Y precisa: «Paco tiene acceso a eso, es comisario [...] es el padre de Fernando, porque Rafa se quiere ir, no sé si te lo habrá dicho ya, me lo dijo a mí, Rafa es secretario de Estado de Interior». La UCO considera esta mención a un comisario con acceso a los informes de seguimiento como un indicio más de que los implicados contaban con información privilegiada desde dentro del aparato del Estado.

La cúpula del PSOE

La conversación, intervenida por la Guardia Civil, forma parte de la pieza principal de la investigación que conecta a empresarios adjudicatarios de contratos públicos con políticos e intermediarios, a través de pagos bajo apariencia de asesorías o comisiones, muchas de ellas sin justificación documental. Pero lo más llamativo del extracto es que, en pleno funcionamiento de la trama, Koldo presumía de conocer de antemano movimientos internos en el Ministerio del Interior como la inminente marcha del número dos de Marlaska. Aunque la UCO no acusa a Pérez de participación en la red de mordidas ni señala que cometiera delito alguno, su aparición en una conversación de esta naturaleza obliga a los investigadores a considerar si existió algún tipo de filtración o conocimiento previo de las actividades ilícitas.

La posible implicación de altos cargos o, al menos, su cercanía con los protagonistas de la trama, eleva el alcance político del caso. Hasta ahora, la investigación había apuntado directamente a Koldo García como engranaje clave entre empresarios y la cúpula del PSOE. Santos Cerdán también figura como vértice político en el esquema elaborado por la UCO. El hecho de que ambos hablen con naturalidad de contactos con mandos de Interior, y de cómo esquivar el rastreo tecnológico de sus comunicaciones, refuerza la tesis de que se trataba de una red que no operaba desde los márgenes sino desde el interior de las estructuras del poder.

A nivel técnico, los investigadores destacan en su informe que los implicados utilizaban canales de comunicación cifrada como Signal, desechaban móviles una vez usados o evitaban cualquier tipo de registro digital. «Me dijo que se quería ir, porque no aguantaba más, como magistrado que es, ¿sabes?», añade Koldo sobre otro alto cargo en esa misma conversación, reflejando un conocimiento detallado de las circunstancias personales de quienes ocupaban puestos sensibles.

¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente El Debate? Escribe a investigacion@eldebate.com si tienes pistas o indicios que consideras relevantes. La verdad siempre merece ser contada.

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