Montaje de David Sánchez y Pedro Sánchez
Prevaricación y tráfico de influencias
El hermano de Sánchez, a juicio: once acusados, un aforamiento nulo y la «influencia» del presidente en un puesto a medida
El pequeño de la familia, el músico David Azagra, será el primera familiar de un presidente del Gobierno en activo que se sentará en el banquillo de los acusados por, presuntamente, beneficiarse de una plaza pública que le fue adjudicada por la Diputación de Badajoz
David 'Azagra' Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno, tendrá que comparecer ante la Justicia como acusado, formalmente, por beneficiarse de un puesto de trabajo creado a su medida en la Diputación de Badajoz. La Audiencia provincial rechazaba, este martes, el recurso planteado por el músico y el resto de los investigados, un total de diez, entre los que se encuentra el líder del PSOE extremeño Miguel Ángel Gallardo, como responsables de su presunta contratación irregular.
El procesamiento del pequeño de los Sánchez, así como de Gallardo, expresidente de la Diputación pacense, y el de los demás investigados, decretado por la jueza instructora Beatriz Biedma, titular del Juzgado de Instrucción 3 de Badajoz, quedaba confirmado para todos ellos por dos presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias.
Así las cosas, un total de siete magistrados ha considerado que existen indicios suficientes para determinar el «carácter delictivo» de las conductas atribuidas tanto al hermano del presidente del Gobierno como de quienes por «influencia» de su parentesco -el que fuera excoordinador de centros y programas de actividades transfronterizas de la Diputación y exasesor del Ministerio de Presidencia, Luis Carrero; el director del Área de Cultura de la Diputación pacense, Manuel Candalija y el diputado provincial de Cultura, Ricardo Cabezas- le ayudaron en el procedimientos para acceder a la plaza pública que se creó ad hoc para él, en 2017. Es decir, la plaza de trabajo fue «adaptada a las exclusivas preferencias personales» de David Sánchez.
No en vano, la creación del puesto de coordinador de actividades entre los conservatorios le fue adjudicada al hermano del líder de los socialistas, de acuerdo con los indicios que obran en el sumario de la instrucción, pese a que era «innecesaria», «prematura» y «disparatada», de acuerdo con la declaración de varios de los testigos que declararon en sede judicial durante las pesquisas.
Pero, además, tal y como reflejan los autos emitidos por la Audiencia Provincial de Badajoz para motivar el procesamiento de un total de doce personas, la apertura de juicio oral contra David Sánchez ha quedado apuntalada por otro tipo de evidencias documentales, en virtud de las que no sólo no estaba justificada la propuesta de su candidatura como la mejor para el puesto diseñado a medida, sino que tampoco quedaba claro que fuese personal de alta dirección quien debía prestarlo.
Fue el propio músico quien, en su primera declaración en sede judicial, en enero de este mismo año, negó las sospechas de absentismo laboral, si bien no pudo especificar cuántas veces había acudido a trabajar a un puesto al que accedió, según su propia versión de los hechos, a través de una oferta de Internet que encontró mientras «buscaba trabajo por las mañanas» tomando «café».
En conclusión, el nombramiento de David Sánchez, el «hermanísimo» como aparece reflejado en varios de los correos incorporados a la causa judicial, como máximo responsable de coordinar los conservatorios de Badajoz, que se materializó el 30 de junio de 2017: «Culmina todo un procedimiento administrativo anterior en el que se han apreciado indicios de una finalidad ilegítima».
Doble fraude de ley
Hasta tal punto que, una vez consumado, se diseñó un cambio de denominación a «jefe de la Oficina de Artes Escénicas» que, para la Audiencia pacense respondió a un intento por «disfrazar» como una mera cuestión terminológica lo que «en realidad era una auténtica creación» de un nuevo puesto, con el fin de «ocultar la verdad».
De nada han servido los intentos de Sánchez por evitar el desenlace final de la causa ni, tampoco, la maniobra con la que el PSOE extremeño trató de proporcionar un aforamiento al segundo procesado, el ex presidente de la Diputación de Badajoz, previa dimisión de cuatro diputados lo que le permitiría entrar en la Asamblea autonómica. Se trataba de que el juicio tuviese lugar ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura y que la acumulación del asunto y la economía procesal permitiesen a David Sánchez beneficiarse del enjuiciamiento ante dicho órgano.
Sin embargo, los magistrados de la Corte autonómica detectaron indicios de fraude de ley en dicha actuación exprés para «evitar el juez ordinario predeterminado por la ley». De modo que optaron por devolver la causa del hermano menor de Pedro Sánchez a la juez Biedma que, ahora, ha recibido el espaldarazo de otros tres magistrados a su petición de juzgarle, como a cualquier otro ciudadano.