La finca Les Rhumbs acoge un museo dedicado a Christian Dior
La casita de cuento de Christian Dior
En Normandía se puede visitar la casa familiar del diseñador, donde vivió de pequeño, hoy convertida en museo
Muchos paisajes y construcciones en Francia, principalmente en Normandía y Bretaña, tienen el encanto de sus cuidadas construcciones, románticas y coloridas casas con flores que impulsan el turismo rural. En Normandía se puede visitar la casa familiar de Christian Dior, donde vivió de pequeño, hoy convertida en museo en el pueblo de Granville.
Granville, a una hora del Monte Saint Michel, es a veces llamado el Mónaco del Norte, ya sea por su vida veraniega o por su casino. La villa de los Dior, llamada Les Rhumbs y construida en el siglo XIX, fue donde el modisto pasó la mayor parte de su infancia, en un edificio con terraza y vistas a la playa que tuvieron que vender tras el crack del 29 y habían comprado unos 20 años antes.
Christian Dior
Christian Dior era hijo de una familia bien situada que buscaba que el niño se dedicase a alguna profesión técnica. No le dejaron hacer Bellas Artes aunque dibujaba vestidos para toda su familia y sus amigos. Así que Christian dejó Granville y se marchó a París, donde cursó Ciencias Políticas, carrera que nunca acabó, pues pronto hizo sus primeros bocetos para Robert Piguet y al tiempo se estableció con Marcel Boussac, el industrial textil del algodón, más importante en la época.
Eva Perón, con vestido de Dior
Es cierto que la casa más personal de Christian Dior era La Colle Noire, su chateau en la Provenza, donde se reunía con sus íntimos y se inspiraba. Pero el jardín de Les Rhumbs, la casa de la infancia, ya estuvo en su día abierto en 1939 de cara al público, antes de que Dior fuese mundialmente conocido. Jean-Luc Dufresne, sobrino de Dior, fue uno de los responsables de la reapertura de la casa de Granville con prendas de la Maison Dior y su posterior conversión en museo en 1997.
La exposición que tiene lugar este año es Christian Dior, el genio de un creador, que mostrará la influencia de la casa de Granville en la obra de Dior, especialmente en piezas con formas de flores, como la silueta Corolle de 1947, que luego se bautizó como New Look. Se muestran modelos emblemáticos de Dior, las distintas etapas creativas del costurero, su trabajo en la Alta Costura, los dibujos, tejidos, colores, materiales, plumas y cristales, todo primorosamente ordenado y expuesto. Granville puede ser un estupendo destino para este final de verano, con sus playas, su excelente gastronomía y su oferta cultural.