El 69, 5% de los niños de entre 10 y 15 años dispone de un smartphone
El riesgo de internet y lo que ven tus hijos sin darte cuenta
Los niños cada vez consumen contenido en internet más temprano, lo que puede suponer un peligro
La llegada de internet, para bien o para mal, ha revolucionado cómo hacemos las cosas, desde la forma de relacionarnos hasta nuestros hábitos de compra.
Un aspecto muy positivo y a su vez muy negativo de internet es el acceso fácil e instantáneo a prácticamente cualquier información. El lado positivo es que esa facilidad nos abre las puertas a infinidad de conocimientos e información valiosa que antes habríamos tarado en recopilar varias visitas a la biblioteca. Por otro lado, no todo lo que se encuentra en internet es recomendable ni aporta nada bueno y sin embargo, es tan fácilmente accesible como lo bueno.
Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), el 69,5 % de niños entre 10 y 15 años cuenta con un smartphone. Tres de cada cinco adolescentes disponen de un teléfono. Además, un 88,4 % de niños de 10 años utilizan ordenadores y el 88,8 % consume contenido en internet.
La mejor solución sería vetar el uso de cualquier dispositivo con acceso a internet hasta cierta edad y así evitar males mayores. Sin embargo, esta opción se vuelve cada vez más complicada y exige mayor determinación ante las demandas de los hijos, ya que el uso de dispositivos digitales está cada vez más extendido.
Por tanto, si permites a tu hijo tener acceso a internet hay que estar alerta de qué consume y a donde accede, ya que se expone a todo tipo de contenidos.
Pornografía
Según la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) los menores acceden por primera vez a este tipo de contenidos entre los 8 y los 12 años y un 10 % de los consumidores de porno en internet tienen menos de 10 años.
La pornografía destruye el cerebro y crea adicción, además la nocividad se intensifican cuanto menor es quien lo consume. Además de ser ficción e incentivar conceptos falsos sobre la sexualidad, desvirtúa la intimidad del acto sexual, convirtiéndolo en un mero producto, cuyo único fin es el beneficio económico.
Asimismo, la pornografía afecta en la forma de relacionarse, te aísla del resto, creando patrones de conducta que poco a poco van enfriando las relaciones interpersonales; ya que este tipo de contenidos que hiper estimulan el cerebro se consumen en la intimidad, haciendo ver al prójimo, a quienes nos rodean, como «prescindibles».
Lo mejor, es hablarlo con los niños y advertirles de lo que es y las consecuencias que puede acarrear su consumo. Si se educa al niño en estos temas y se le explica de forma correcta y que lo entienda, será capaz de discernir y tomar sus propias decisiones en consecuencia.
Retos peligrosos
La red social TikTok ha revolucionado el mundo de las redes sociales con nuevos conceptos y formas de consumo. Gracias a su timeline infinito, quienes la utilizan permanecen conectados largos periodos de tiempo; además el formato vertical de sus publicaciones, que facilita su consumo, o llamar a su contenido igual que la red social, ha hecho que la red social crezca de manera exponencial los últimos años.
En muchas ocasiones, los retos que se viralizan son peligrosos
Una parte importante del contenido en TikTok son los «retos virales», consisten en pruebas que los usuarios realizan mientras se graban, con el único premio de recibir millones de likes y visualizaciones... Dopamina por un tubo.
Es cierto, que los retos virales en internet no se han iniciado con TikTok, ya con el auge de YouTube hace unos años se realizaban este tipo de retos. Pero como ya se ha mencionado, la estrategia y los nuevos conceptos que ha traído TikTok, diseñados específicamente para enganchar, han provocado que este tipo de contenido crezca aún más y se extienda entre los más jóvenes.
En muchas ocasiones, los retos que se viralizan son peligrosos. Existen casos de jóvenes que pierden la vida a causa de estos retos. Por eso es importante que se tenga en cuenta que los niños y adolescentes tienen acceso a este tipo de contenidos.
Siendo conscientes de que pueden acceder a ello, como con la pornografía, lo mejor es hablar con ellos y explicarles los riesgos de imitar ciertos comportamientos que ven en redes sociales. Y dejar muy claro que un like o una visualización carecen de importancia y que no merece la pena dejarse llevar por tendencias.