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03 de mayo de 2024

Una familia brinda a la hora de la cena

Una familia brinda a la hora de la cenaUnsplash

Doce trucos para hacer una divertida cena familiar

Según una encuesta de la Academia Americana del Corazón, el 91 % de las familias que cenan juntas están menos estresadas

Ni Karlos Arguiñano se cansa de recomendarlo: «La comida o la cena la tienen que hacer con los hijos», se dirigía el famoso cocinero a los padres durante uno de sus programas. Comer en familia no trae solo como consecuencia que los miembros de la misma tengan una mejor relación, más conexión y estabilidad, sino que esta simple rutina tiene asociados otros beneficios.
Compartir un momento alrededor de la mesa mejora el rendimiento escolar de los niños y fomenta unos hábitos alimentarios más saludables, así como una reducción del riesgo de consumo de sustancias, de padecer obesidad y otros trastornos alimenticios, según se explica en las conclusiones de un estudio de la Universidad de Minnesota y el Centro Nacional sobre Adicciones y Abuso de Sustancias de la Universidad de Columbia.
Según una encuesta de la Academia Americana del Corazón, el 91 % de las familias que cenan juntas están menos estresadas. No siempre es sencillo encontrar el momento o, en otras palabras, lo que no es complicado es encender la televisión y tener una cena tranquila. Con niños, se suma la complicación de tener que hacer de esta actividad algo divertido.
La psicóloga Susan Newman, autora de libros de crianza como Educar a un hijo único, explica que a medida que las cenas se convierten en una parte rutinaria de un hogar, los niños empiezan también a sentirse especialmente importantes porque «contribuyen y son tratados como las personas especiales que son». Doce son sus recomendaciones para hacer de las cenas familiares un momento divertido para todo el hogar:
  1. Noche de doble postre: la psicóloga admite que era algo que practicaba con sus hijos cuando estos eran pequeños. Una vez al mes o alguna noche en la que haya de sobra, se puede sorprender a los niños anunciándoles que no solo tomarán un postre, sino dos después de cenar.
  2. Asistente del chef: la ayuda de un niño puede ser pequeña, como él, pero no hay que desaprovecharla. Es también una buena ocasión para que sientan útiles en casa, por ejemplo, como ayudante para poner la mesa, llenar los saleros o lavar la lechuga.
  3. Una cena a la luz de las velas: varias veces al mes, Newman recomienda comprar flores frescas y encender velas para hacer de la cena una cita especial para toda la familia.
  4. Desayuno por la noche: en vez de tortilla francesa o pescado, quizá algún día pueda cambiarse por alimentos más típicos de un desayuno. Tortitas y tostadas o huevos con beicon son una oferta sencilla pero inusual que hará de la cena un momento para el recuerdo.
  5. Encargado del menú: cada día de la semana puede nombrarse en casa un responsable de elegir el menú y prepararlo con ayuda de todos los demás.
  6. En equipo: la cena no es el único momento importante de compartir. Su preparación puede ser también un tiempo de calidad con los hijos. Cada uno puede colaborar en funciones dependiendo de su edad y con recetas más o menos complejas a medida que pasa el tiempo.
  7. Fiesta de la pizza: a falta de un libro de recetas para niños, puede hacerse una noche de pizza, pero no pedirla a domicilio, sino comprar todos los ingredientes, ponerlos sobre la masa y esperar a que el horno haga su magia.
  8. Montar un restaurante: la cocina puede verse transformada en la base de operaciones de un restaurante de estrella Michelin donde cada uno tenga una función: propietario, chef, camarero, clientes, cajero.
  9. Cena con amigos: tener invitados a la mesa es una buena alternativa para romper la rutina. De vez en cuando, se pueden unir a la cena los amigos de los hijos.
  10. Una noche fuera: no hace falta salir a un restaurante ni gastar mucho dinero. Para un niño es más divertido hacer un picnic en el parque, en el jardín o la terraza de casa, que estar en un salón donde tiene que comportarse ante la mesa.
  11. Mejores y peores momentos: por turnos, siguiendo en el sentido de las agujas del reloj, la familia sentada a la mesa tendrá que compartir cuál ha sido la mejor y la peor parte de su día.
  12. Cena a la antigua: antes, los miembros de un hogar se reunían ante la mesa para contarse novedades y hablar sin distracciones. Dejar de lado los inventos de la vida moderna, los dispositivos electrónicos, puede ser una ayuda para conectar con los niños y unir a la familia.
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