La
familia real británica ha abandonado su habitual política de no intervención para criticar a la televisión pública británica, acusándola de presentar como hechos informaciones con demasiada frecuencia del todo infundadas. Esa es la principal acusación de los Windsor contra la
BBC por la emisión de un documental llamado
Los príncipes y la prensa.
Presentado por
Amol Rajan, un periodista de ideología republicana, el documental examina la relación de los periodistas con el
Príncipe Guillermo, segundo en la línea sucesoria al trono, y su hermano
Harry, que a menudo ha denunciado la presión mediática sobre su familia. En su primer capítulo, habla especialmente de este y su relación con
Meghan Markle, a la que acusan de verter polémicas falsas o una «guerra entre hermanos».
En una declaración conjunta sin precedentes, el Palacio de Buckingham, el de Kensington y Clarence House ha asegurado que es «decepcionante» que la emisora británica haya decidido airear detalles sobre la marcha de los duques de Sussex. Aseguran que «una prensa libre, responsable y abierta» es necesaria para una «democracia saludable». «Sin embargo, con demasiada frecuencia, las afirmaciones exageradas e infundadas de fuentes anónimas se presentan como hechos y es decepcionante que alguien, incluida la BBC, les dé credibilidad», afirma el comunicado.
Antes incluso de que se emitiera,
Isabel II ya se mostró enfadada con el contenido y con que se les negase la posibilidad de verlo antes de la emisión. Por este motivo, la
Casa Real ha declarado que no volverá a cooperar en el futuro con la
BBC.