Norma Duval, en una imagen de archivo
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La nueva vida de lujo de Norma Duval en Suiza junto a Matthias Kühn
El paraíso de la artista ya no está en Tagomago, sino en un idílico pueblo de las montañas suizas
Pese a saltar a la vida pública por su relación Norma Duval, la proyección empresarial de Matthias Kühn le avala en las Islas Baleares, donde, ahora, ha ganado una batalla legal con la Administración después de 25 años. Un largo litigio que ha llegado a su fin tras la decisión del Tribunal Supremo de dar la razón al marido de la artista, que será indemnizado con más de 100 millones de euros.
Así mismo lo revelaba el diario mallorquín Última hora, que recuerda que en 2016 nueve de sus empresas se declararon en concurso de acreedores con deudas de cuatro millones de euros. La batalla legal que ahora ha ganado comenzó en 1999 cuando adquirió unos terrenos en Sóller para construir en ellos una urbanización de 33 mansiones de lujo. Poco después, fueron descalificados por la Administración en pro de la conservación de esta zona rural. Se rechazaron los permisos de construcción, dando lugar a un enfrentamiento legal que termina ahora a favor del magnate alemán.
Alejado de la vida pública, a Kühn se le conoce por su frase: «Mallorca entera está en venta excepto Marivent», en referencia a las múltiples empresas inmobiliarias con las que ha rentabilizado en terreno mallorquín. Fuera de las esferas empresariales, su fama se debe a su conocida relación con Norma Duval.
La famosa vedette que triunfó en España y Francia vive a caballo entre Madrid y Tagomago, la isla de la que son dueños cerca de Ibiza, junto a sus hijos Yelmo y Christian y las gemelas de su hermana Carla. Se hizo cargo de ellas como si fueran sus propias hijas cuando esta falleció en octubre de 2010, momento en el que apenas tenían 11 años.
Tras la muerte de Carla, Santiago Paredes, padre de las gemelas, las siguió viendo en el régimen de visitas estipulado, pero se instalaron en casa de su tía junto a ellas y sus primos, a los que consideran prácticamente hermanos. «A pesar de que sus hijas vivían conmigo, jamás he intentado arrogarme su tutoría. Era un padre muy implicado y se ocupaba de ver a sus profesores, de las notas... Tenía su lugar de padre, que era sagrado para mí», confesó en una entrevista.
Norma Duval, junto a una de sus sobrinas
Así conoció a Matthias Kühn
Norma Duval estaba trabajando en un reportaje para una conocida publicación española en la isla de Tagomago cuando conoció al hombre que gestionaba la propiedad. Fue entonces cuando comenzó su idílica historia de amor con Matthias Kühn, el magnate multimillonario de origen alemán que consiguió hacerse un nombre en la élite del negocio del lujo.
Tagomago se convirtió en un gran activo, un paraíso a tan solo 900 metros de Ibiza que se alquilaba a clientes de alta alcurnia, aunque ahora ha sido adquirida y reacondicionada por la empresa Mandarin Oriental. La isla forma parte de una proyecto inmobiliario y hotelero dirigido por James Riley que tiene como objetivo construir ocho lujosas villas, mansiones y hogares. Para ello, trabajarán codo con codo con Stay One, una plataforma de alquiler de casas de lujo.
Cuando comenzó su relación con Norma Duval, el entorno ibicenco se convirtió en un lugar idóneo para sus vacaciones. Allí disfrutaba de una villa de lujo de construcción moderna que ofrecía cinco habitaciones dobles con baño, piscina y jacuzzi. Además, cuenta con embarcadero privado, cinco amarres, un helipuerto, un faro de 1909 y varios caminos que conectan la propiedad con la playa.
Norma Duval and Matthias Kuhn en una imagen de archivo
Su nueva vida en Suiza
Tan enamorada del primer día de Matthias Kühn, con el que se casó hace un año y medio después de una relación de una década, la artista compagina su discreta vida en Suiza con su marido con su faceta como abuela de Izan y Valentina y presentadora y colaboradora en TVE.
Hace menos de un año confesó a Europa Press que vivía en un «pueblecito de cuento de hadas, todo de madera, todo pequeñito. Y mucha naturaleza, que es lo que a mí me gusta». Sin embargo, a sus 67 años, no tiene pensado retirarse, motivo por el que viaja con asiduidad a Madrid, especialmente ahora que ejerce de jurado del talent-show que TVE va a estrenar en las próximas semanas, Baila como puedas y que cuenta con Álvaro Múñoz-Escassi o Ana Guerra como alguno de los participantes.
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