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18 de mayo de 2024

Adela María Montes de Oca a su llegada a su juicio de filiación con José María Ruiz Mateos de Pozuelo de Alarcón en Madrid.
06/06/2017

La joven es hija de una relación que el empresario tuvo con Patricia Montes de OcaGTRES

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La herencia millonaria que podría recibir una hija no reconocida de Ruiz-Mateos

El asesor y amigo íntimo del empresario reconoce que su última voluntad era que Adela Montes de Oca recibiese parte de su fortuna

Fallecido en 2015 por una caída que devino en una fractura de cadera y una complicada neumonía cuando estaba ingresado en el hospital, José María Ruiz-Mateos dejó una última voluntad antes de morir. Así lo ha expresado Jesús Urdiciáin, asesor y amigo íntimo de la familia, que desveló en exclusiva a Fiesta el deseo del empresario con su hija número 14, Adela.
La joven es hija de una relación que el empresario tuvo con Patricia Montes de Oca. Se conocieron en 1989 en un viaje que el empresario hizo a Chicago. Les presentó el bodeguero Daniel Vuelta Fernández y enseguida comenzaron una relación extramatrimonial que se extendió en el tiempo. Patricia le visitaba a menudo y ambos recorrieron juntos ciudades como Madrid o Valencia, pero siempre en secreto.
Un secreto que el empresario quiso ocultar aún más cuando, fruto de ese vínculo, nació su decimocuarta hija, Adela. Patricia comenta ante las cámaras de Mediaset que, cuando se reunían los tres lo hacían siempre en la intimidad de un apartamento de la capital con el objetivo de no ser reconocidos. A su vez, expresa que, entre sus intenciones, siempre estuvo que el empresario la reconociera como hija legítima.
Sin embargo, murió antes de que pudiese hacerlo. Ahora, 9 años después del fallecimiento y habiendo cumplido ya los 32, Adela no duda en culpar públicamente a Teresa Rivero de no haber podido despedirse de su padre. «Fui a su casa en Somosaguas, pero no llegó a saberlo. Me lo impidieron».
Además, aprovecha la coyuntura para reclamar parte de la herencia gracias al encuentro con Jesús Urdiciáin el pasado 25 de abril. Una reunión que llega casi una década tarde, pero que podría cambiar drásticamente el reparto de la herencia del empresario.
Adela María Montes de Oca a su llegada a su juicio de filiación con José María Ruiz Mateos de Pozuelo de Alarcón en Madrid.
06/06/2017

Adela María Montes de Oca a su llegada a su juicio de filiación con José María Ruiz MateosGTRES

El colaborador del programa Jaime Rodríguez, que estaba presente en la conversación entre ambos, explica que hay un momento especialmente significativo: «Adela se emociona porque Jesús le dice que su padre la tenía siempre en mente y que incluso quiso hacerse las pruebas de ADN para demostrar al resto de la familia que efectivamente ella era su hija».
Adela se enteraba también que la familia de su padre intentó por todos los medios ocultar su existencia, en parte para evitar que se cumpliese la última voluntad de Ruiz-Mateos: que fuese la única descendiente en recibir parte de la indemnización millonaria por la expropiación de Rumasa.
Tras el fallecimiento de José María Ruíz Mateos en el año 2015, sus hijos varones fueron investigados, juzgados y condenados por delitos de estafa e insolvencia relacionados con la compra de unos hoteles. Las últimas informaciones que han transcendido de todos ellos es que los seis consiguieron el tercer grado y ahora viven en sus respectivos domicilios en Madrid con control telemático.
JOSE MARIA RUIZ MATEOS Y SU MUJER MARIA TERESA RIVERO DURANTE UN ACTO PUBLICO

Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, en una imagen de archivoGTRES

La viuda del empresario, Teresa Rivero, también ha estado estos últimos años en el ojo del huracán mediático. La matriarca de la familia también fue condenada a siete años de prisión por un fraude a Hacienda de más de ocho millones de euros. Lejos de la relación idílica que la familia vendía ante los medios, el que fuera también político temía a trece de sus catorce hijos, los nacidos fruto de su matrimonio con Teresa Rivero. «Tiene miedo de sus hijos. Es consciente de que lo quieren matar: los hijos y la madre», explicaba Urdiciáin en su día.
De momento, se desconoce si finalmente Adela podrá heredar la donación de su padre, pero de recibirla, según Urdiciáin, la joven de 32 años se convertiría de un minuto a otro en millonaria.
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