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2 dólares haitianos con la imagen de Bernard Kock

Un billete de 2 dólares haitianos con la imagen de Bernard Kock

Picotazos de historia

El desastroso experimento de Abraham Lincoln con los esclavos liberados

500 hombres, mujeres y niños embarcaron en en vapor Ocean Ranger con destino a la Isla de la Vaca, al sur de Haití para que los ex esclavos pudieran construir viviendas, roturar tierras y sobrevivir hasta la cosecha

En octubre de 1862, Bernard Kock un exitoso comerciante de algodón de origen suizo, presentó al presidente Abraham Lincoln un proyecto de colonización, en este caso una isla desierta al sur de Haití de unos 30 kilómetros cuadrados, para los negros liberados y huidos de los estados sudistas que se apiñaban en torno al fuerte Monroe (Hampton, Virginia) y que empezaban a constituir un problema. En este caso Kock había conseguido arrendar la isla al gobierno de Haití y aportaba materiales de construcción, herramientas, víveres y todo lo necesario para que los ex esclavos pudieran construir viviendas, roturar tierras y sobrevivir hasta la cosecha. Junto con casa y tierras, se comprometía a asegurar el transporte adecuado, la educación y cuidado sanitario. El gobierno norteamericano firmó un primer contrato para el transporte y mantenimiento de 500 negros pagando 50 dólares por cabeza y dejando la puerta abierta a una ampliación por valor de más de un cuarto de millón de dólares.

500 hombres, mujeres y niños embarcaron en en vapor Ocean Ranger con destino a la Isla de la Vaca, al sur de Haití, y descubrieron que «de medios adecuados de transporte» nada. Hacinados en las bodegas sufrieron una travesía infernal en la que las enfermedades empezaron a cebarse con ellos. Arribados a su destino, lo primero que hizo Kock, autonombrado gobernador, fue canjearles todo el dinero que portaban por unos vales que emitía él y que sería la única moneda valida en la isla, por supuesto los vales valían mucho más que los dólares. Pero peor fue encontrar que no había instalación alguna, ni herramientas, ni médicos ni medicinas. Apenas unos sacos con semillas y si querían comer que buscasen su comida por la isla. Kock, además, les exigía trabajar en lo que sería su residencia y sus tierras, de forma gratuita y obligatoria.

Que algo no iba del todo bien empezaron a sospecharlo pronto las autoridades norteamericana, pero la noticia de que el 3 de julio de 1863 Bernard Kock había aparecido en Haití, descompuesto, solicitando ayuda militar para hacer frente a un amotinamiento, les decidió a llevar a cabo una investigación y a cancelar los futuros contratos con él. Enviaron a un superintendente de apellido Donahoue que se encontró con un panorama espeluznante: hambre, desnutrición, chozas paupérrimas, nada de asistencia médica, situaciones de esclavitud... 35 miembros de la expedición, los más sanos y fuertes, habían huido a Haití nadando y un buen número tenía residencia permanente en el patético cementerio que habían construido. Inmediatamente dio orden, al navío que le había transportado, de que se desembarcaran alimentos y que se consiguieran más en Haití y que el médico de abordo se instalara en la isla. Gracias a estas medidas, en marzo de 1864, se pudo reembarcar de vuelta a Estados Unidos unos 350 individuos de los 500 originales, 18 de ellos con lesiones que les incapacitarían de por vida.

Abraham Lincoln jamás volvería a involucrarse en ninguna otra aventura de recolocación o colonización con los esclavos liberados. De hecho no se podría volver a mencionar ese tema delante suyo.

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