
La primera reunión de la Sociedad de Naciones en la Salle de la Reformation
Hace 100 años en El Debate
22 de abril de 1922: para la paz era necesario que todos los países formasen parte de la Sociedad de Naciones
La firma del Tratado de Rapallo entre Alemania y Rusia alarmó a las potencias reunidas en Génova ya que se pensaba que atentarían con una de las razones de ser de la Conferencia: el pacto de paz. Sin embargo, el ministro británico, Lloyd George aseguraba que, a pesar de haber puesto en peligro la asamblea internacional, el acuerdo germano-ruso no se había hecho «con la intención de que fracase la Conferencia», recogía El Debate.
El ministro británico hizo hincapié en la necesidad de garantizar que todas las naciones de Europa se comprometiesen a «no emprender operaciones agresivas contra sus vecinos». Por otro lado, se planteaba que las cuestiones sin resolver en Génova se tratasen de nuevo en la Sociedad de Naciones que –según Lloyd George– estaba designada a «complementarlas y velar por su ejecución». Al mencionar la Sociedad quiso recordar que una institución creada para consolidar la paz mundial no podía «cumplir su misión» mientras que todos los países del mundo «no formen parte de ella»: la mitad de los pueblos de Europa estaban fuera «de su radio de acción y alejados de su influencia». Por ello animaba a que todas las naciones colaborasen con la finalidad y la obra de la Liga de las Naciones.

Hace 100 años en El Debate
23 de febrero de 1922: ¿conviene que España continúe en la Sociedad de las Naciones?
El periódico también recogía las declaraciones del ex primer ministro británico, H. H. Asquith, que juzgaba que los aliados debían ser «cooperadores y no asumir los derechos para el arreglo de Europa».
El Pacto de la Sociedad de las Naciones se adscribió a todos los demás tratados. El gran objetivo era conseguir una seguridad colectiva que garantizase la integridad de todos los Estados, fuertes y débiles, el arbitraje de los conflictos internacionales y el desarme. Pero la exclusión de Alemania y la URSS, que no ingresaron respectivamente hasta 1926 y 1934, limitaron desde un principio su potencialidad.Los años treinta marcaron su fracaso definitivo: las agresiones de las potencias fascistas y militaristas mostraron su ineficacia. Alemania y Japón abandonaron la Sociedad en 1933, e Italia en 1936. La URSS fue expulsada en 1939, año en el que estalla la Segunda Guerra Mundial que significaba la muerte de la primera organización universal de naciones.