Alejandro de Serbia y María de Rumanía
Hace 100 años en El Debate
9 de junio de 1922: celebración de la boda real del Rey de Serbia
En sus primeros años de gobierno, Alejandro quedó en un segundo plano, oscurecido por el poder de Nikola Pasić, la principal figura política de Serbia
Más de 100.000 personas celebraron el 8 de junio de 1922 la boda real del Rey Alejandro de Serbia con la princesa María de Rumanía. «El duque de York, representante de los Reyes de Inglaterra, ha firmado en el registro de matrimonios, y siguiendo la costumbre tradicional ha cambiado los anillos», recogía El Debate en su número del 9 de junio de 1922.
Al finalizar la ceremonia, la regia comitiva se dirigió al palacio real, donde tuvo lugar el banquete con los invitados: «se produjeron numerosos brindis a la salud de la real pareja y de los soberanos presentes», continúa la noticia. Muchos fueron los que quisieron ser partícipes de esta unión, como fue el caso de las delegaciones de Checoeslovaquia, Grecia, Austria, Japón, Persia, Albania, Suecia, Portugal y Rumania; así como 2.400 peregrinos croatas.
María con sus hijos, Pedro, Tomislav y Andrés
Los recién casados se conocieron en la Navidad de 1921, cuando las dos familias reales se alojaron en el castillo de Peleç, cerca de la ciudad de Sinaia (Rumania). María y Alejandro se enamoraron rápidamente y el día del cumpleaños de ella tuvo lugar la petición de mano, casándose en la Catedral de San Miguel de Belgrado, un acto que tuvo gran repercusión política para las relaciones internacionales de la época. De este matrimonio nacieron tres hijos, siendo el primero el príncipe heredero Pedro, al que siguieron el príncipe Tomislav y el príncipe Andrés.
En sus primeros años de gobierno, Alejandro quedó en un segundo plano, oscurecido por el poder de Nikola Pasić, la principal figura política de Serbia durante casi 40 años, aunque tras la muerte de este, el Rey desempeñó un papel fundamental en 1927.
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