El discutido origen gallego de Cristóbal Colón
Aparte de genovés, a Colón se le han atribuido otras muchas patrias. Así hay teorías que defienden, con mejor o peor fortuna, un Colón catalán, balear, portugués, andaluz, castellano o incluso griego, corso, inglés o noruego, entre otros
La vida de Cristóbal Colón, antes de la presentación de su proyecto al monarca portugués Juan II, está envuelta en un halo de misterio. La teoría de su origen genovés es la más aceptada, pero en ella hay algunas piezas que no cuadran completamente. De ser hijo de un tejedor genovés, ¿cómo llegó a Portugal? ¿Fue corsario y llegó a nado tras un naufragio? –como señaló su hijo Hernando– ¿o fue este un relato inventado como creen muchos historiadores? ¿Era de origen judío? ¿Cómo nació su proyecto de llegar a India navegando por occidente? ¿Existió un navegante desconocido o prenauta como han afirmado cronistas como Fernández de Oviedo, López de Gómara, Baltasar Porreño o Gonzalo de Illescas? Son posiblemente preguntas que quedarán sin respuesta, pero sobre su origen sí se puede elucubrar algo más.
Su origen no es italiano
Aparte de genovés, a Colón se le han atribuido otras muchas patrias. Así hay teorías que defienden, con mejor o peor fortuna, un Colón catalán, balear, portugués, andaluz, castellano o incluso griego, corso, inglés o noruego, entre otros. En este punto, sin embargo, habría que recordar el error más extendido sobre el origen del descubridor de América. Colón podría eventualmente ser de muchos sitios, pero en ningún caso es italiano. En el siglo XV Italia no existía, aún habrían de pasar varios siglos para que se formase como Estado y, de hecho, en 1506 cuando fallece Colón, la mitad de la península itálica formaba parte de la monarquía hispánica. Incluso si se admitiese que es genovés, su infancia se habría desarrollado en una Génova sujeta a soberanía francesa, capturada, por cierto, en 1522 por el emperador Carlos V, quien le devolvería su autonomía. Aclarado este muy común error y volviendo a la teoría de un origen alternativo, en los últimos tiempos y especialmente desde 2013 ha ido ganando adeptos la teoría del Colón pontevedrés.
Salvo que los estudios de ADN digan otra cosa, considero que va a ser muy difícil suplir las enormes lagunas sobre los insondables misterios de Colón, pero como pontevedrés y por tanto posible paisano del Almirante, no puedo eludir el debate. ¿En qué se basa esa teoría?
¿Un origen pontevedrés?
En primer lugar, y de manera poco clara, se habla de una cierta tradición oral. Como creo que les ocurre a muchos pontevedreses, desde mi infancia me dieron por sentado que Colón había nacido en Poyo y que había ocultado este hecho inventándose una patria distinta, porque como gallego había defendido el bando de la Beltraneja en contra de Isabel la Católica. Posteriormente, te cruzas con amigos locales mejor informados o apasionados del asunto, como en mi caso fueron José María Muiños, abogado muy aficionado a la historia y el primero que me habló en profundidad de los estudios de Celso García de la Riega o Eduardo Esteban, actual Presidente de la Asociación Cristóbal Colón gallego, quien defiende, entre otros muchos argumentos, que el apellido Colón, como tal, solo ha existido históricamente en el área de Pontevedra y al final es inevitable que te intereses en el tema.
Si bien lo de la tradición oral es una cuestión casi de fe, otros argumentos, sin embargo, resultan interesantes. Por un lado, están las pruebas documentales. De la Riega, fue el primer escritor local en profundizar sobre este asunto, pero Don Celso no era licenciado en historia y al manipular documentos del siglo XV, en donde figuraban personas de apellido Colón en Pontevedra, cometió el error de principiante de resaltar con tinta aquellas letras que con los años y la deficiente conservación se habían desvanecido, por lo que la documentación fue desacreditada por el sacerdote, archivero y miembro de la real academia gallega, Eladio Oviedo, hasta que en el año 2013 un estudio del Instituto de patrimonio cultural afirmó la autenticidad de la documentación, dando, en consecuencia, un nuevo impulso a esta teoría. Eduardo Esteban precisa que los Colón gallegos eran mareantes y que además de los documentos de García de la Riega, también se conocen dos inscripciones en piedra de dicho apellido.
Otro de los presuntos indicios tendría que ver con la lengua del almirante. También aquí se suele cometer el error de decir que nunca habló italiano. Lógico porque el italiano no existía y por supuesto que no hablaba toscano, la lengua originaria del italiano actual, porque en la Génova del siglo XV se hablaba ligur en su dialecto genovés y efectivamente no consta que el almirante hubiese hablado o escrito jamás en ligur, incluso cuando mantenía correspondencia con el banco de san Giorgio de Génova, en donde tenía depositado su dinero. Argumento este de doble filo. Si era genovés tiene su lógica que lo tuviese en un banco de su patria chica, pero si lo era y siendo un banco genovés por qué no escribía en ligur. Por otro lado, el san Giorgio era uno de los bancos más antiguos y prestigiosos de Europa y también Fernando e Isabel o Carlos V mantuvieron cuentas en dicho banco, sin ninguno de ellos haber nacido, obviamente, en Génova. En cualquier caso, parece que existe un consenso generalizado en señalar que Colón no hablaba castellano como si fuese su lengua materna y dependiendo del origen que se defienda, se habla de giros catalanes, genoveses, portugueses o gallegos. En este último caso, galleguismos del área de las rías bajas han sido puestos de relieve por el escritor Francisco Romero Lema, el padre Aureliano Pardo, Méndez Ferrín o Alfonso Philippot, entre otros.
200 enclaves americanos con nombres de la ría de Pontevedra
Uno de los principales argumentos es el de la toponimia. Eduardo Esteban señala que el almirante habría bautizado, al menos, doscientos enclaves americanos con nombres fundamentalmente de la ría de Pontevedra como Isla de las Ratas, Punta Placeres, Pedra Blanca, O Frade o Punta Pared, algunos de ellos solo exclusivos de Galicia, así como otros relacionados con su lugar de nacimiento como San Salvador, Portosanto o Punta Galea.
El siguiente indicio tendría que ver con la construcción de la nao del almirante. Aunque algunas teorías apuntan a que habría sido construida en Cantabria, aquí creo que los argumentos a favor de su construcción en Pontevedra son abrumadores. Mientras como dejó escrito de la Riega «no existe justificación para afirmar que la Santa María o la Gallega era nave construida en Cantabria», si existía un contrato de flete el 5 de julio de 1489 suscrito en Pontevedra de una nave llamada «Santa María, la Gallega». El padre Sarmiento señala que era costumbre en la época dar a los navíos dos nombres, uno el común, que hacía referencia, muchas veces, al lugar de procedencia y otro por devoción a la virgen o a algún santo, (la Niña, por ejemplo, se llamaba legalmente Santa Clara). Además de Sarmiento, Fernández de Oviedo y Pedro de Medina hablan de la Santa María como la Gallega y su procedencia de dicha región y según dejo escrito el escritor Enrique Zas, en el archivo de indias habría tenido acceso a documentación incluso más explícita al respecto.
Por último, destacar el hecho de que su gran valedor en la corte de los reyes católicos fuese fray Diego de Deza, nacido en Toro, pero siendo toda su familia de origen gallego y de ahí la posible conexión entre ambos.
Aunque ninguno de los indicios señalados es concluyente y pudiesen ser fruto de casualidades o circunstancias, la conjunción de todos ellos nos puede, como mínimo, hacer reflexionar sobre la teoría gallega. Ahora bien, algunos han ido más lejos y piensan que Colón sería en realidad Pedro «Madruga» Álvarez de Sotomayor. Personaje a quien ya en 1990 le dedique un extenso artículo en uno de mis ensayos sobre la historia de Pontevedra. Personalmente creo que la teoría de que Colón y Pedro «Madruga» son la misma persona es profundamente fantasiosa, pero eso habrá que dejarlo para un próximo artículo.