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25 de abril de 2024

Parte de la fortaleza veneciana de Ténedos (Bozcaada)

Parte de la fortaleza veneciana de Ténedos (Bozcaada)

Picotazos de historia

La pequeña guerra que acabó con la República de Génova

Las repúblicas de Génova y Venecia se enfrentaron en el siglo XIV por la propiedad de Ténedos en la llamada Guerra de Chioggia

Entre las islas de Imbros y Lesbos, al oeste de la boca mediterránea del estrecho de los Dardanelos, se encuentra la isla de Ténedos, hoy perteneciente a Turquía y bautizada como Bozcaada. Sitúense ahora, por favor, en el siglo XIV. Las repúblicas de Génova y Venecia llevan largo tiempo enfrentadas por el control del comercio con el Imperio bizantino y en el Mediterráneo oriental en general. Durante ese tiempo la Fortuna había sonreído, alternativamente, a ambos bandos. Durante uno de esos enfrentamientos cayó prisionero de Génova un veneciano, de nombre Marco Polo, quien, para pasar el tiempo, relató sus aventuras en Oriente a un compatriota que compartía infortunio y que, tiempo después, pondría por escrito esas narraciones, titulando el libro Las maravillas del mundo. El escritor se llamaba Rustichello de Pisa.
La batalla de Chioggia  de J. Grevembroch, siglo XVIII, Venecia, Museo Correr

La batalla de Chioggia de J. Grevembroch, siglo XVIII, Venecia, Museo Correr

Pero volviendo al tema de la isla de Ténedos. Esta isla estratégicamente situada había sido entregada, sucesivamente, a ambas repúblicas por diferentes pretendientes al trono de Bizancio, en diferentes épocas. Por mucho menos se pega la gente y las repúblicas se enfrentaron entre sí por la propiedad de Ténedos en la llamada Guerra de Chioggia (1376 – 1381) y que terminaría con la batalla de Chioggia (1380).
En 1379, el almirante veneciano Vetto Pisani sufrió una catastrófica derrota naval en Pola. Obligado por el supervisor –que el senado de la república le había impuesto y cuya autoridad estaba por encima de la suya– dio batalla a la flota genovesa, comandada por los hermanos Luciano y Pietro Doria, el 7 de mayo. La victoria genovesa dio lugar a una ofensiva general contra Venecia, por parte de Génova y sus aliados: Hungría, Padua, ducado de Austria y el Patriarcado de Aquilea.. En julio, Pietro Doria combatió y ocupó parte de la barrera exterior de la laguna veneciana. En concreto ocupó la isla de Lido.
Vettor Pisani con un caballero napolitano

Vettor Pisani con un caballero napolitano

El Dogo (presidente vitalicio de la República de Venecia) había ordenado cerrar los pasos que existían y que unían las diferentes islas con la isla central o Venecia propiamente dicha. Pero hubo problemas en la zona sur de la barrera exterior, donde la isla de Brondolo se aproxima al puerto de la ciudad de Chioggia, en tierra firme. Brondolo fue ocupada y, después, la ciudad y puerto de Chioggia. Génova controlaba una base sólida en tierra firme y uno de los canales directos a la ciudad de Venecia. Mientras, los húngaros ocuparon la costa norte de la laguna y Padua la oeste. Venecia estaba rodeada por el enemigo y si, en ese momento, Pietro Doria hubiera ordenado el asalto a Venecia, allí mismo hubiera acabado la historia de la república. Por fortuna para ellos, Doria decidió someter a la ciudad un sitio por hambre.

Cuatro mil famélicos y desesperados soldados de la Liga Genovesa se rindieron incondicionalmente y entregaron la ciudad de Chioggia

El pueblo y el senado de Venecia, en esa hora de tribulación, pidieron la paz. Los genoveses sabedores de que tenían agarrados a sus enemigos por una parte muy sensible, despreciaron la oferta. Enfrentados a una lucha por su supervivencia, los venecianos liberaron al almirante Vetto Pisani, a quien habían cargado de cadenas y encerrado como castigo por su derrota, y le pusieron al mando de lo que quedaba de la flota veneciana. Pisani ordenó una leva para tripular veinticuatro galeras que quedaban e inició el entrenamiento de las tripulaciones. El 21 de diciembre, en una noche sin luna, hundió barcazas cargadas con piedras en los canales principales que daban salida al puerto de Chioggia, bloqueando la ciudad y aislándola. Varias veces, Génova y sus aliados, intentaron romper el bloqueo sin resultado alguno. El 24 de junio de 1380, cuatro mil famélicos y desesperados soldados de la Liga Genovesa se rindieron incondicionalmente y entregaron la ciudad de Chioggia.
Al año siguiente, y por mediación de Amadeo VI, conde de Saboya, Génova y Venecia firmaron la Paz de Turín ( 1381). Técnicamente nadie había ganado. El comercio sería explotado conjuntamente por ambas repúblicas. La realidad fue que Venecia había triunfado. Como siempre, se recuperó con rapidez de los gastos y daños a la economía. No así Génova, que iniciaría una decadencia que llevaría a la ciudad a ser controlada por los franceses hasta que Andrea Doria, en 1528, le devolvería su independencia. Así una pequeña guerra se transformó en una guerra mortal que dio lugar a una paz de compromiso que resultó ser una victoria total.
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