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03 de mayo de 2024

Reconstrucción de los cuernos en el Museo Nacional de Dinamarca

Reconstrucción de los cuernos en el Museo Nacional de DinamarcaMuseo Nacional de Dinamarca

Picotazos de historia

Los cuernos de oro de Gallehus, uno de los tesoros arqueológicos de Dinamarca

Estudios posteriores determinaron que ambos cuernos fueron hechos a principios del siglo V d. C. y corresponderían a la Edad del Hierro Germánica

La pequeña población de Gallehus, al norte de la ciudad de Mogeltonder, en el sur de la península de Jutlandia, saltó al corazón de los daneses el 20 de julio de 1639. Ese día la niña Kristine Svendsdatter se fijó en algo que sobresalía del suelo y que resultó ser un maravilloso cuerno de oro cubierto con adornos de figuras y de animales esquematizadas. El cuerno fue regalado al Rey de Dinamarca Cristian IV.
Cien años más tarde, el 21 de abril de 1734, a apenas veinte metros de distancia del primer descubrimiento, un segundo cuerno fue hallado por el colono Erik Lassen, que lo entregó al gobernador de la zona, el conde Schackenborg. El gobernador lo hizo llegar al Rey de Dinamarca y el segundo cuerno, más pequeño pero ligeramente más pesado, hizo compañía al primer cuerno.
El Rey Cristian IV, en un principio regaló el gran cuerno –conocido como «el largo» por medir 75,8 centímetros de largo– a su hijo el príncipe Cristian que lo usó para beber en él. La apertura de la boca de este cuerno es de 10, 4 centímetros y su peso total era de 3,1 kilogramos.
El erudito Ole Worm, haciéndose eco del revuelo generado por la noticia del descubrimiento, pues era evidente para todos la gran antigüedad del artefacto así como su importancia y belleza, publicó un tratado –« De Aureo Cornu– donde se mostraba un magnifico y muy detallado dibujo del primer cuerno, así como una detallada descripción del mismo.
Descripción de Ole Worms de 1641 del primer cuerno

Descripción de Ole Worms de 1641 del primer cuerno

Otro texto se escribió en 1678 con una descripción exhaustiva para la Academia de Ciencias de Francia. El cuerno corto fue descrito por el archivero Joachim Richard Paulli en 1734. Esta descripción, aunque minuciosa en detalles decorativos, no da información de longitud ni peso. Paulli describe la inscripción rúnica escrita en el cuerno pequeño y la reproduce, gracias a esto se ha podido traducir como Yo Hlewagast hice el cuerno. Estudios posteriores determinaron que ambos cuernos fueron hechos a principios del siglo V d. C. y corresponderían a la Edad del Hierro Germánica. Estas tres descripciones cumplirían una función fundamental en un futuro próximo como les explicaré.

El robo del tesoro

Los dos cuernos quedaron depositados en la Galería de Arte Real del castillo de Christianborg, en el centro de la ciudad de Copenhague. El 4 de mayo de 1802 la galería fue asaltada y los cuernos robados. El ladrón resultó ser un relojero autodidacta que había cumplido una pena por falsificación y que, movido por las deudas, decidió perpetrar el robo. Niels Heidenreich (1761 – 1844), el autor del robo, fundió los cuernos, destruyéndolos para aprovechar su oro y reutilizarlo para fundir hebillas para zapatos, sortijas y monedas. Detenido, confesó y fue sentenciado a cadena perpetua el 10 de junio de 1803.
La destrucción de los cuernos supuso un desastre nacional. En 1860 se hicieron las dos primeras reconstrucciones, en plata sobredorada, basándose en el dibujo de Ole Worm y la descripción de Paulli. Las reconstrucciones fueron retocadas varias veces basándose en modernos estudios que ampliaban conocimientos sobre los desaparecidos cuernos. En 1944 se señalaron nuevos errores, que se corrigieron, antes de guardarlos en una bóvedas de seguridad hasta el fin de la guerra. En 1979 se hicieron nuevas reconstrucciones, esta vez en oro, exhibiéndose en el Museo Nacional de Copenhague.
Parece que la mala fortuna de los cuernos acompañó también a las replicas que se hicieron. En 1993 las copias del museo de Desmogar fueron robadas, aunque fueron recuperadas pocos días después. El 17 de septiembre de 2007 las piezas de plata sobredorada que se encontraban en el museo de Kongernes Jelling fueron robadas. Afortunadamente estas piezas se recuperaron también pocos días después.
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