Fundado en 1910
La villa de Goebbles en Bogensee, cerca de la ciudad de Wandlitz, a unos 40 kilómetros al norte de Berlín

La villa de Goebbles en Bogensee, cerca de la ciudad de Wandlitz, a unos 40 kilómetros al norte de BerlínWikimedia Commons

Nadie quiere la villa que perteneció al ministro de propaganda nazi: «No queda otra opción que la demolición»

El inmueble se deteriora a un alto costo del erario público, pero nadie sabe muy bien qué hacer con ella. Incluso el pasado mes de mayo el Gobierno regalaba la vivienda «a cualquiera que quisiera hacerse cargo»

«Ofrezco, a cualquiera que quiera hacerse cargo de la villa Goebbels, obtenerla como regalo del 'Land' de Berlín», afirmaba el pasado mes de mayo el ministro de Finanzas de Berlín, Stefan Evers, en el parlamento regional. Los meses transcurren, la finca sigue deteriorándose a un alto costo del erario público, pero nadie sabe muy bien qué hacer con ella.

Esta vivienda lleva deteriorándose desde el año 2000, pero ni el municipio de Wandlitz, donde está la finca de 17 hectáreas que alberga la villa (bautizada por Goebbles como Villa Bogensee) ni el 'Land' de Brandeburgo al que pertenece geográficamente, ni el Estado central han querido hacerse cargo de éste.

En 1936, como regalo de cumpleaños, Goebbels recibió de la ciudad de Berlín la villa de forma vitalicia: desde entonces fue su lugar de retiro los fines de semana, donde se encontraba con amantes y también despachaba sus actividades oficiales. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, el lugar fue usado de forma transitoria por los aliados como hospital militar; más tarde pasó a manos de la Juventud Libre Alemana (FDJ) de la antigua República Democrática Alemana (RDA) que fundó allí un centro educativo.

Después de la reunificación, el complejo de edificios pasó a ser propiedad de la ciudad-estado de Berlín, se utilizó hasta 1998 y desde entonces, a pesar de que el 'Land' invierte unos 250.000 euros anuales en mantenimiento, las instalaciones están decayendo poco a poco. Aunque miembros de la familia superviviente de Goebbels intentaron reclamar la propiedad, se les denegó.

¿Qué hacer con una antigua finca nazi?

Para el alcalde de Wandlitz, Oliver Brochert, la idea de ceder la finca de forma gratuita «es una idea muy desafortunada», advierte a la Agencia Alemana de Prensa. «No deseo que Berlín ceda esta propiedad a alguien que se guíe por motivos ideológicos ulteriores», añade Brochert. En este sentido, el New York Times recuerda que el antiguo apartamento de Adolf Hitler, canciller y führer de la Alemania nazi, funciona en la actualidad como una comisaría de policía para evitar posibles cultos a su persona.

Los arquitectos de la purga (de izquierda a derecha): Hitler, Göring, Goebbels y Hess. Himmler y Heydrich no aparecen.

Los arquitectos de la purga (de izquierda a derecha): Hitler, Göring, Goebbels y Hess. Himmler y Heydrich no aparecen.

La preocupación del alcalde de Wandlitz, que se ha mostrado reacio a venderla y hasta rechazado el interés de grupos continuas peregrinaciones de los simpatizantes del nazismo a lugares clave del Tercer Reich. La finca de Bogensee cuenta con un área de 1.600 kilómetros cuadrados con 30 habitaciones, 40 salas de estudio y hasta una sala de cine, donde se proyectaban las películas de propaganda antes de ser aprobadas para su distribución.

La conservación de la casa cada vez se vuelve más cara para el gobierno, por lo que el ministro de Finanzas advierte que «si volvemos a fracasar [en la cesión gratuita de la finca], como en las décadas anteriores, entonces Berlín no tiene otra opción que llevar a cabo la demolición, para la que ya nos hemos preparado». Sin embargo, Borchert considera que la destrucción de «reliquias de nuestra historia» como es la vivienda, «no sería digno de nuestra sociedad». Y sugiere que «hay que encontrar un uso que pueda oponerse y también reflejar las sombras de la casa y su historia».

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