El misterio de Roopkund, el lago repleto de esqueletos del Himalaya

En el año 1942, un agente del servicio de guardabosques de la India se quedó estupefacto al descubrir una gran cantidad de esqueletos alrededor del lago Roopkund, en el distrito de Chamoli, en el actual estado de Uttarakhand. El guarda, que se llamaba Hari Kishan Madhwal, informó a sus superiores del macabro hallazgo. La primera idea que pasó por la cabeza de estos fue que, los restos de los que hablaba Madhwal, serían los de tropas japonesas enviadas para realizar alguna labor de infiltración y que no habían podido soportar las heladas temperaturas. Y es que el lago que les he mencionado es un lago glaciar situado a más de 5.000 metros de altitud en el Himalaya.

En el norte de la República de la India, limitando con el reino de Nepal, encontramos el estado indio de Uttarakhand. En la mitad oriental de este estado se encuentra la región de Kamaon. En este lugar podemos encontrar un macizo montañoso formado por tres picos, lo que le da un aire como de tridente, de más de 7.000 metros de altitud. Debido a su aspecto, los autóctonos lo llamaron Trishul, que significa tridente en sánscrito. Los ingleses que posteriormente llegaron, en un alarde de imaginación denominaron a los picos como Trishul I, Trishul II y Trishul III. Es en este lugar que se encuentra un lago de origen glaciar, rodeado por un área deshabitada y situado a unos 5.000 metros de altitud. Este es el lugar, donde se realizó el macabro descubrimiento.

Volviendo al misterio de los esqueletos. Hasta después del final de la Segunda Guerra Mundial no hubo tiempo para investigar el extraño descubrimiento: todas las energías estaban destinadas a combatir al invasor. En el año 1948 se envió una pequeña expedición con orden de recoger muestras y estudiar los restos.

Estos afirmaron que encontraron los esqueletos de un número de individuos que podía ir de 300 a 600. También advirtieron que durante el deshielo, las transparentes aguas del lago permitían ver el fondo lleno de esqueletos y que había abundancia de restos de individuos alrededor del lago. Por otro lado, encontraron restos de armas, puntas de lanza, armamento de hierro, restos de calzado y arreos de cuero. Y además, había restos de artefactos de madera y que encontraron carne todavía adherida a los huesos.

La primera teoría fue que los restos pertenecían a un mismo grupo de individuos y que fallecieron al mismo tiempo, víctimas de un suceso catastrófico. La datación inicial, realizada por medio del radiocarbono, sobre las muestras que trajo la expedición, situaron los restos en torno al siglo IX d. C. Inmediatamente se encajó esta datación con una leyenda local.

Los esqueletos del lago Roopkund

Por ese tiempo, el rey de la ciudad de Kannauj, Jadhaval Yatra, hizo una peregrinación a la montaña de Nanda Devi, acompañado de su esposa y un abundante séquito. El nombre de la montaña significa en sánscrito «Diosa que otorga la dicha» y representa a la deidad protectora del Himalaya. El grupo del rajá pereció en su totalidad, víctima de una tormenta de granizo de gran tamaño. Esta leyenda se adecuaba estupendamente a la datación de las muestras recogidas y al informe que señalaba que muchos de los restos presentaban fracturas de cráneo. Fracturas producidos por un objeto redondo.

Se llevaron a cabo más expediciones en las décadas de los noventa y en adelante lo que permitió una datación con medios más sofisticados y unos estudios más en profundidad. Los resultados, publicados a partir del 2004, mostraron que los restos los formaban tres grupos diferentes de individuos, que arrojaban un arco de datación que iba del 800 al 1800 d. C. Los tres grupos étnicos, del más antiguo al más moderno proceden del sur de Asía, del sudeste del continente asiático y del área oriental del Mediterráneo (concretamente de la zona greco cretense). Como comprenderán las investigaciones continúan.

Los macabros restos del lago Roopkund y el misterio asociado a estos esqueletos junto con el hecho de que el lago se encuentra en una zona de ensueño para los senderistas, más o menos profesionales, sumado al exotismo de la zona, lo convirtió en un destino turístico codiciado para los amantes del senderismo y de las aventuras.

En los últimos tiempos se ha hecho cada vez más y más popular, al punto que las autoridades han mostrado su preocupación con la manía de los turistas de llevarse un recuerdo y que está pelando el lago de los esqueletos. Incluso se ha detenido a un grupo de delincuentes que saqueaban los restos y se han recuperado los huesos que transportaban en una reata de mulas. Con todo, y a pesar de los esfuerzos de las autoridades, se calcula que los restos humanos del lago Roopkund habrán desaparecido a mediados de este siglo. Y es que no somos conscientes de la capacidad de destrucción de la masa, la ignorancia y de la codicia. Y de la combinación de estos.