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29 de marzo de 2024

Una mujer ucraniana se asoma al boquete provocado por los ataques de Rusia en la pared de su casa

Una mujer ucraniana se asoma al boquete provocado por los ataques de Rusia en la pared de su casaAFP

57 DIAS DE GUERRA

La cultura rusa, cómplice de la guerra en Ucrania

Durante siglos, el arte ruso ha promovido la idea de que Ucrania es una «Rusia menor»

El origen de todo o de casi todo, se encuentra en la educación y la cultura. En Rusia y en Ucrania las cosas no son muy diferentes. Por el contrario, ambos países que un día fueron un sólo bloque comparten más de lo que se puede imaginar. Pero sólo uno de los dos considera que el otro no tiene identidad propia y lo ve como si fuera parte de su territorio, una provincia más.
Para el ministro de Cultura ucraniano, Oleksandre Tkatchenko, el mundo cultural ruso es claramente cómplice del Ejército que siembra la devastación y la muerte en Ucrania.
«La cultura de Putin hace avanzar el discurso del Kremlin: [sus representantes] pegan en sus teatros la letra Z [símbolo de apoyo al Ejército ruso], hablan de los ucranianos como de 'pequeños rusos' y consideran la lengua ucraniana un dialecto» surgido del ruso, afirmó el ministro Tkatchenko a la agencia AFP.
Desde hace décadas, el cine ruso «presentaba principalmente a los ucranianos como tontos y avaros», añade este director de varias cadenas de televisión ucranianas y ex copropietario del estudio cinematográfico de Odesa.
Rusia busca «borrar la identidad cultural de los ucranianos», añade, y denuncia siglos de dominación, de rusificación y de apropiación cultural.
Recuerda asimismo el «Renacimiento fusilado», un grupo de artistas ucranianos muertos a manos de las autoridades soviéticas en los años 1930.
El sentimiento de muchos ucranianos empezó a manifestarse tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en 2014 , aplaudida por muchas personalidades del mundo cultural ruso, y seguida luego por una guerra con los separatistas apoyados por el Kremlin. Y se ha reforzado desde el inicio de la ofensiva rusa a finales de febrero.

¿Castigar a los artistas?

En las últimas semanas, cerca de 200 sitios culturales ucranianos fueron dañados o destruidos por bombardeos.
La invasión rusa provocó una ola de solidaridad mundial con Ucrania, que incluye cancelaciones de actividades y eventos culturales rusos en los países occidentales.
Se trata especialmente de artistas allegados al Kremlin, como el famoso director de orquesta ruso Valery Gergiev.
En Croacia, la orquesta filarmónica de Zagreb anuló en febrero la interpretación de dos obras del compositor ruso Piotr Chaikovski. En la ópera de Varsovia, otra interpretación de Musorgski fue sacada del programa.
Este fenómeno preocupa a ciertas personalidades occidentales, que advierten contra un boicot total de la cultura rusa.
«No estamos en guerra con Rusia. Por eso, no hay ninguna razón para castigar a los artistas», dijo el 9 de marzo la ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot.
«Confundir la cultura oficial y la cultura verdadera, no solo es tonto sino criminal», indicó en Facebook el poeta y traductor francés André Markowicz.
«¿Están seguros de que se debe equiparar a un escritor nazi y a Thomas Mann o a Stefan Zweig, solo porque escriben en alemán?», agregó.

La cultura «culpable»

El ministro ucraniano considera que Occidente debe «renunciar a cualquier cooperación con las instituciones culturales públicas rusas y a los artistas cuyas actividades son financiadas por el Estado ruso», al menos hasta el fin de la guerra.
Pero muchos de sus compatriotas tienen una actitud más radical, y subrayan el aumento de popularidad de Vladimir Putin desde el inicio de la invasión.
Antes de lanzar la ofensiva, el presidente ruso hizo varias declaraciones negando a los ucranianos su identidad e incluso su existencia como nación. Un editorialista de la agencia de prensa estatal Ria Novosti pidió en abril «desucranizar» a Ucrania.
«Tras el verdadero Vladimir Putin está el Putin colectivo del pueblo ruso», considera el historiador ucraniano Yaroslav Gritsak en un artículo aparecido en el semanario estadounidense Time.
El exjefe de Tkatchenko en la televisión ucraniana, el productor Alexander Rodnyansky, nacido en Kiev y cuya carrera en Rusia le valió dos nominaciones a los Oscar, afirmó en Instagram que ya «no es posible hablar de cultura rusa» después de lo ocurrido en Bucha, donde se descubrieron cadáveres desmembrados y cuerpos con signos de tortura en carreteras y sótanos.
«Rusia es culpable. Y todos los que están involucrados también son culpables», agregó.
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