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25 de abril de 2024

Tropas ucranianas en Luhansk Ucrania

Tropas ucranianas se trasladan de sus posiciones a bordo de un blindado en LuhanskAFP

121 días de guerra en Ucrania

Ucrania ordena a sus tropas que se retiren de Severodonetsk y Rusia continúa su avance por el Donbás

Las fuerzas ucranianas ceden la plaza de Severodonetsk con la confianza de que las tropas rusas agoten pronto su capacidad ofensiva

Exhaustos, después de meses de combate y asedio, los soldados ucranianos se retiran de la ciudad de Severodonetsk, en el Donbás, y entregan la plaza a los ocupantes rusos.
Según informó el gobernador de la región de Luhansk en un mensaje difundido en Telegram, y recogido por AFP, «las fuerzas armadas ucranianas tendrán que retirarse de Severodonetsk. Han recibido una orden para hacerlo».
El gobernador explicó que «no tiene sentido insistir en permanecer en posiciones que han sido constantemente bombardeadas durante meses».
La ciudad es casi una montaña de escombros debido a los ataques de la artillería rusa, señaló en su mensaje el gobernador.
«Todas las infraestructuras críticas han sido destruidas. El 90% de la ciudad está dañada, el 80% de las casas tendrán que ser demolidas», añadió.
Las tropas ucranianas se mantienen, sin embargo, en la vecina Lysychansk, el siguiente objetivo de las tropas rusas.
El ejército invasor trata de rodear la ciudad avanzando desde el sur y evitar tener que cruzar el río Síverski Donets.
El gobernador Haidai señaló que las tropas ucranianas rechazaron un asalto masivo a las afueras de la ciudad, que sigue totalmente controlada por Ucrania.
Según funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses en declaraciones a la CNN, Rusia ha aprendido de sus errores cometidos durante los inicios de la invasión y ha corregido los problemas de coordinación de sus ataques aéreos con los terrestres, y de logística.
Rusia ha logrado obtener una clara ventaja en el este de Ucrania, cuyo ejército carece del armamento pesado necesario para igualar la capacidad ofensiva de la artillería rusa.
Las armas comprometidas por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea todavía no han llegado a territorio ucraniana en la cantidad necesaria para que las tropas defensivas puedan hacer frente al avance ruso.
Según señaló el Estado Mayor ucraniano, se prevé que las nuevas armas, incluidos los sistemas HIMARS de lanzamiento múltiple de largo alcance, estén plenamente operativas para final de verano, cuando se espera que el ejército ucraniano lance una serie de contraofensivas.
Sin embargo, la inteligencia estadounidense no espera que los nuevos sistemas de armas cambien el signo de la guerra de manera inmediata.
Los funcionarios estadounidenses citados por la CNN prevén una guerra larga, con grandes pérdidas humanas y destrucción de equipamiento militar en ambos bandos.
En el caso ruso podría suponer una pérdida importante de sus capacidades militares, y perder el estatus de potencia militar.
En el caso ucraniano, sin embargo, el enquistamiento de la guerra y su consecuente desgaste podría suponer el colapso total de su ejército si no recibe ayuda militar constante por parte de sus aliados occidentales.
A pesar de los reveses sufridos por las tropas ucranianas en Severodonetsk, el Institute for the Study of War (ISW), cercano al Pentágono, cree que Ucrania han logrado su objetivo principal: «Ralentizar y degradar a las fuerzas rusas».
Según el informe, las tropas ucranianas han evitado «que las fuerzas rusas se concentren en ejes de avance más ventajosos».
Además, prevé que «las operaciones ofensivas rusas se detengan en las próximas semanas, ya sea porque las fuerzas rusas han logrado capturar el área de Severodonetsk-Lysychansk» o porque agoten sus capacidades de ataque.
El informe del ISW concluye que «la pérdida de Severodonetsk es una pérdida para Ucrania en el sentido de que cualquier terreno capturado por las fuerzas rusas es una pérdida, pero la batalla de Severodonetsk no será una victoria rusa decisiva».
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