Los ocho jugadores de rugby escuchan el veredicto del tribunal argentino
Argentina
Cadena perpetua para cinco de los jugadores de rugby que mataron a golpes a un joven argentino
Ocho jugadores de rugbi asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa en 2020 a la salida de una discoteca de la localidad balnearia de Villa Gesell
Un tribunal argentino condenó a cadena perpetua a cinco de los ocho jugadores de rugby que asesinaron a golpes al joven Fernando Báez Sosa durante la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida de una discoteca de la localidad balnearia de Villa Gesell, a 370 kilómetros al sur de Buenos Aires.
En el verano austral de 2020, los acusados vacacionaban en Villa Gesell, una ciudad sobre la costa atlántica argentina muy popular entre los jóvenes. Esa noche fueron expulsados de una discoteca en la cual había comenzado una pelea.
En la calle, los rugbiers aislaron a Báez Sosa, de 18 años y lo agredieron a puños y patadas, en una paliza que le provocó la muerte por múltiples lesiones.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Blas Cinalli, y Ayrton Viollaz estaban acusados de homicidio agravado por alevosía y concurso premeditado y se pedía contra todos la pena máxima que contempla la legislación argentina: prisión perpetua.
Sin embargo, sólo los cinco primeros fueron condenados a cadena perpetua, mientras los otros tres Lucas, Blas y Ayrton recibieron una condena de 15 años de prisión cada uno.
«Voluntad de matar»
En el juicio que se realizó en la ciudad de Dolores (220 km al sur de Buenos Aires), la fiscalía argentina pidió cadena perpetua para los ocho acusados, evocando la «voluntad de matar» por parte de «todos», con una «coordinación sincronizada» que impidió que terceros viniesen en auxilio de Báez Sosa.
El abogado de la familia del joven, Fernando Burlando, también pidió la cadena perpetua para todos.
Esperaba perpetua para todos, pero la Justicia actuóPadre de la novia de Fernando Báez Sosa
En cambio, la defensa sostuvo que la premeditación nunca fue demostrada y solicitó reconsiderar los cargos como muerte en riña sin que hubiese intención de matar, lo que implicaría una pena máxima de seis años de cárcel, o en su defecto homicidio simple castigado con 25 años de prisión.
Misa en honor a Fernando Báez Sosa, hijo de padres paraguayos, asesinado a golpes en Argentina
El abogado de los ocho condenados, Hugo Tomei, remarcó durante el juicio que nunca se podrá saber quién mató al joven.
Durante los alegatos, los imputados, por momentos entre lágrimas, tuvieron expresiones como «pido perdón», «pido disculpas», «no hubo intención de matar», «no hubo un plan (de asesinar)» y «estoy arrepentido».
Los ocho jugadores de rugby, todos de la pequeña localidad de Zárate, cercana a Buenos Aires, detenidos el día del crimen, han estado en prisión preventiva desde 2020.
Hijo de inmigrantes paraguayos
Báez Sosa era hijo de una cuidadora de ancianos y un albañil, ambos inmigrantes paraguayos. Había iniciado la carrera de abogacía, luego de graduarse en un colegio parroquial católico y realizar obras de caridad.
Su crimen desencadenó una serie de manifestaciones de repudio y en apoyo a la familia, con intensos debates sobre el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, la construcción de la masculinidad, la xenofobia y el racismo en Argentina.
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