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26 de abril de 2024

Avión ruso Beriev A-50

Imagen de archivo del avión ruso espía Beriev A-50Twitter: @HannaLiubakova

368 días de guerra en Ucrania

Un ataque con drones destruye un gran avión espía ruso en un aeródromo militar en Bielorrusia

Los autores del sabotaje, partisanos bielorrusos, habrían logrado escapar y ya se encontrarían a salvo tras destruir la aeronave

Un acto de sabotaje sin precedentes en el aeródromo militar de Machulishchy, cerca de la capital de Bielorrusia, causó la destrucción parcial de un gran avión militar espía ruso.
El avión destruido es el Beriev A-50, una aeronave de grandes dimensiones de alerta temprana con capacidad de mando y control aerotransportado (Awacs) de los que Rusia cuenta con nueve.
Según la oposición bielorrusa, la acción ha sido «el acto de sabotaje más exitoso desde principios de 2022».
Posteriormente, el atentado lo reivindicó la organización partisana bielorrusa BYPOL. Aseguró que el aeródromo, a 12 kilómetros de Minsk y donde también se albergan cazas MiG-31, se atacó con drones en una operación organizada de forma meticulosa durante meses. Los dos ciudadanos bielorrusos participantes en el ataque habrían salido ya del país.
Beriev A-50 Google Maps

Dos Beriev A-50 en el aeropuerto de Machulishchy en una imagen de Google MapsGoogle Maps

En su mensaje de reivindicación, BYPOL confirmó que «uno de los nueve Awacs de las fuerzas aeroespaciales rusas, de 330 millones de dólares cada unidad, ha sido destruido. Se han empleado drones. Los responsables de la operación son bielorrusos. Han alcanzado la victoria y ya se encuentran a salvo fuera del país. Todos han escapado. El avión ya no volará a ninguna parte».
En el informe de daños distribuido por BYPOL se señala que en el ataque con drones la aeronave habría resultado dañada de forma severa tanto en la sección delantera y media. Tanto la aviónica como a antena del radar habrían quedado destruidas.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tikhanovskaya, publicó en Twitter un mensaje en el que afirmaba estar «orgullosa de todos los bielorrusos que continúan resistiendo a ocupación híbrida rusa de Bielorrusia, y que luchan por la libertad de Ucrania».
Según el grupo bielorruso de investigación Hajun, el A-50 llegó a Bielorrusia el pasado 3 de enero y, desde entonces, realizó 12 vuelos en 54 días.
Según la periodista bielorrusa, Hanna Liubakova, el ataque marca un antes y un después en la participación del dictador bielorruso, Aleksandr Lukashenko, en la guerra, al dañar notablemente su reputación.
Señala la periodista opositora en un hilo en Twitter que el ataque «causará dudas sobre la capacidad de Lukashenko para custodiar el equipo militar ruso». «La reputación de Lukashenko como hombre duro ha quedado tocada».
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