Modelo de Tanque Abrams M1A2 que será proporcionado por EE.UU a Polonia
391 días de guerra en Ucrania
Estados Unidos enviará otro modelo de carros de combate Abrams a Ucrania
Washington ha afirmado que los sistemas de defensa aérea Patriot se desplegarán en el frente antes de lo previsto
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha optado por enviar una versión más antigua de los carros de combate Abrams que prometió a Ucrania, con la intención de que estos puedan llegar en otoño de este mismo año.
El pasado mes de enero el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que suministraría 31 tanques Abrams del tipo M1A2 a Kiev, después de que Alemania informara del envío a al país europeo de carros de combate Leopard, al igual que otros aliados.
Con este cambio, Washington podría proporcionar tanques Abrams a Kiev de manera más rápida, después de que al principio estimara que iba a tardar un año en hacerlo. Ryder explicó que se trata de tanques que están en el inventario del Pentágono, que van a ser puestos al día y renovados para que estén listos para entrar en combate.
El principal motivo para entregar un modelo anterior es que la adaptación de los Abrams M1A2 de Estados Unidos para Ucrania con blindajes convencionales retrasará su entrega hasta 2024. Este modelo tiene un blindaje ultrasecreto único elaborado con uranio empobrecido.
El país norteamericano no puede exportar esa tecnología a ningún país extranjero, ni siquiera a sus aliados de la OTAN, mucho menos a Ucrania, un país en guerra con Rusia, lo que implica que los tanques puedan acabar en manos rusas, junto con el secreto de su blindaje.
Asimismo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos afirmó que los sistemas de defensa aérea Patriot se desplegarán en Ucrania antes de lo previsto y que un grupo de 65 soldados ucranianos completará su formación sobre los sistemas en Fort Sill, Oklahoma, en los próximos días.
La decisión de acelerar la entrega de tanques y sistemas Patriot se produce cuando Ucrania se prepara para lanzar una ofensiva de primavera contra las fuerzas rusas, basada en gran medida en torno a los sistemas más potentes y avanzados que los países occidentales han acordado enviar, incluidos carros de combate y otros vehículos blindados.
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