Fundado en 1910

15 de mayo de 2024

Inmigrantes a su llegada a la isla italiana de Lampedusa

Inmigrantes a su llegada a la isla italiana de LampedusaEFE

Italia  Análisis, radiografías y otras pruebas a inmigrantes: la orden de Meloni para destapar a los «falsos menores»

Italia ya no sabe cómo frenar la llegada de ilegales a sus costas y por ello ha aprobado un nuevo decreto que contempla la expulsión directa de aquellos que mientan sobre su edad

La inmigración está colapsando Italia y el Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni está sufriendo las consecuencias. Europa está sumergida en una crisis migratoria, los países del Viejo Continente están buscando la forma de blindarse contra este fenómeno, bien con la imposición de controles fronterizos, el endurecimiento de las normas de asilo o como Italia con un nuevo decreto ley que plantea la expulsión inmediata de todos aquellos inmigrantes ilegales que mientan sobre su edad.
Lampedusa ha sido la gota que ha colmado el vaso. La paciencia del Ejecutivo de Meloni se ha acabado. Una de las máximas de la primera ministra fue acabar con la inmigración ilegal, pero cumplir esta promesa se le está haciendo demasiado cuesta arriba. La líder italiana ha pedido ayuda a la Unión Europea y a los países miembros. Francia, entre otros, no ha querido acudir a la llamada de socorro de Italia y ha echado balones fuera, acordando con este un plan migratorio conjunto, pero ya para futuras crisis.
Bruselas, por su parte, mostró algo más de compasión con Roma. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se personó en Lampedusa, donde a principios de septiembre llegaron más de 10.000 ilegales, para mostrar su apoyo a Meloni. Anteriormente, la UE ya había llegado a un acuerdo económico con Túnez para limitar la salida de inmigrantes hacia las costas europeas. El país norteafricano aún no habría recibido el monto acordado, por lo que la crisis de Lampedusa es solo el aperitivo de lo que podría llegar.
Mientras la Unión Europea delega los controles migratorios en terceros países, Roma ha tenido que, una vez más, tomar cartas en el asunto. El miércoles, el Ejecutivo italiano aprobó un nuevo decreto. Una de las medidas más celebradas, que contempla la normativa, es la expulsión de aquellos inmigrantes que mientan sobre su edad real a su llegada a Italia. El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, explicó, durante una rueda de prensa, que los inmigrantes que se declaren menores serán sometidos a un examen antropométrico, previa autorización de la Fiscalía.
«Está previsto que en el caso de que en el resultado de ese análisis la condición de ese menor sea contradicha se pueda aplicar la sanción sustitutiva de la expulsión, porque incurriría en una consecuencia penal por falsa declaración», aseveró. Esto se traduce en que, a su llegada al país europeo, los inmigrantes serán sometidos a controles rápidos, incluidas radiografías, para evitar que se hagan pasar por menos no acompañados, que disfrutan de unas mejores condiciones a la hora de solicitar asilo.
En la reunión previa al Consejo de Ministros italiano el tema a debatir eran los «falsos menores» que, según el Ministerio del Interior, están detrás de buena parte de la mayoría de inmigrantes que declaran tener 17 años a su llegada. Asimismo, el decreto, que contiene once nuevos artículos, plantea un aumento del personal policial en las embajadas y consulados para hacer más eficaces los controles de expedición de visados de entrada al país italiano.
Otra de las novedades de esta nueva normativa es que «se amplía la protección a las mujeres» solicitantes de asilo. Hasta ahora, solo las madres con niños o las embarazadas podían acceder al Sistema de Acogida e Integración (SAI), más protegido, mientras que el resto recibían el mismo trato que los hombres. Meloni ha defendido ferozmente esta nueva hoja de ruta contra la inmigración ilegal.
«Acelera la expulsión de los inmigrantes irregulares peligrosos, introduce la plena protección para las mujeres y mantiene la de los menores y no permitirá mentir sobre la edad», escribió en su cuenta de X. A golpe de decreto –ya van cuatro este último año– el Ejecutivo de Meloni trata, sin mucho éxito, de luchar contra la inmigración ilegal, que está tensionando a Europa hasta el límite de sus capacidades.
Comentarios
tracking