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01 de mayo de 2024

Moscow (Russian Federation), 27/09/2023.- Chairman of the League for Protecting Interests of Veterans of Local Wars and Military Conflicts, Andrei Troshev attends a meeting with Russian President at the Kremlin in Moscow, Russia, 28 September 2023 (issued 29 September 2023). Vladimir Putin instructed the former chief of staff of the Wagner group, retired colonel Andrei Troshev, to start forming volunteer units that can perform 'various combat missions, primarily in the zone of special military operation'. (Rusia, Ucrania, Moscú) EFE/EPA/MIKHAIL METZEL/KREMLIN / POOL

Andrei Troshev durante su reunión con Vladimir PutinEFE

596 días de guerra en Ucrania

Delator o superviviente: ¿Quién es Andrei Troshev el nuevo jefe del Grupo Wagner?

El cargo oficial de Troshev en «la compañía» era jefe del estado Mayor, pero ahora es más, mucho más que eso

A Andrei Troshev le conocen como «Sedói», canoso en ruso. Lugarteniente de Yevgueni Prigozhin y según algunas fuentes también fundador del Grupo Wagner, se ha puesto al servicio de Vladimir Putin.
El jefe del Kremlin lo presentó en público hace unos días para anunciar que los Wagner vuelven a Ucrania. La escenificación de esa reconciliación o sometimiento de la organización paramilitar más famosa dentro y fuera de Rusia, sirvió en bandeja todo tipo de especulaciones.
¿Será Troshev un delator o su lealtad a Putin es el único modo de sobrevivir? La pregunta sigue en el aire y nadie tiene las respuestas seguras. La única certeza es que el antiguo «chef de Putin», como se conocía a Prigozhin, murió como consecuencia de una explosión o derribo en el avión que viajaba junto a la cúpula de los Wagner. Lo sorprendente es que «Sedói» no formaba parte de esa comitiva que le ha dejado a él al frente del Ejército privado que hoy parece rendir pleitesía a Putin.

Palabra de Putin

El cargo oficial de Troshev en la compañía Wagner era jefe del estado Mayor, pero ahora es más, mucho más que eso. «Usted se ocupará de la creación de unidades de voluntarios capaces de cumplir misiones de combate ante todo en la zona de la operación militar especial», le dijo Putin apegado al eterno eufemismo que el impide y prohíbe en toda Rusia pronunciar la palabra guerra para referirse a la invasión de Ucrania.
Durante la retransmisión en director de aquella reunión de septiembre que mantenían junto al viceministro de Defensa, Yunus-Bek Yevkúrov, Putin se deshizo en halagos al «canoso» que no movía un músculo de un rostro duro como el acero. «Sabe los asuntos que hay que resolver para que la labor de combate marche de la mejor y más exitosa manera posible», le alagó Putin.
Huérfanos de Prigozhin, los «wagneritas» como se refieren a los combatientes sus admiradores, entraron en una crisis y desconcierto formidable. La desconfianza se extendió y sus misiones quedaban en la cuerda floja. Las unidades que había en Bielorrusia comenzaron a salir del país que se había ofrecido garante de la seguridad de Prigozhin tras encabeza la llamada caravana de la justicia que fue más un intento de golpe de Estado que otra cosa.
En ese contexto y con Putin tomando las riendas de unos Wagner desorientados las fuerzas paramilitares confirmaron sus posiciones en la República Centroafricana. El jefe del Kremlin lo tenía todo planeado y a Troshev le ha dado mando en plaza en el territorio que en rigor más le importa hoy: Ucrania.

¿Putin eterno?

Si a Prigozhin le ha costado la vida su avalancha de críticas a la estrategia militar y su enfrentamiento con buena parte del Gabinete de Putin, éste tampoco tendría garantizada la eternidad si continúa fracasando en su intento de conquistar Ucrania.
El «fichaje» del «canoso» tendría, entre otros objetivos, lograr victorias que calmen los ánimos de los halcones del régimen antes de que se les ocurra pensar que la verdadera carnaza está en el Kremlin.
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