
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin
Trump anuncia que Rusia y Ucrania «iniciarán de inmediato» negociaciones para una tregua y el fin de la guerra
El presidente de Estados Unidos ha dejado caer que El Vaticano podría ser el lugar escogido para una nueva ronda de contactos directos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya adelantó el sábado que descolgaría el teléfono para hablar con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para «detener el baño de sangre» –estas fueron las palabras textuales del mensaje de Trump– en Ucrania. La llamada entre los mandatarios finalmente duró unas dos horas, según informó el Kremlin y acabó, según el republicano, con el compromiso de que «las negociaciones entre Rusia y Ucrania comenzarán de inmediato».
«Moscú y Kiev iniciarán de inmediato negociaciones para un alto el fuego y, aún más importante, el fin de la guerra. Las condiciones para ello se negociarán entre ambas partes, como solo puede ser, porque conocen detalles de una negociación que nadie más conocería», escribió Trump en su cuenta de Truth Social. El estadounidense aseguró que «el tono (de la llamada) y el espíritu de la conversación fueron excelentes» e hizo hincapié en su gran obsesión, el comercio.
«Rusia tiene una enorme oportunidad de crear enormes cantidades de empleo y riqueza. Su potencial es ilimitado», insistió. El mandatario estadounidense, además, aclaró que ya ha informado del contenido de lo discutido con Putin, además de al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la italiana Giorgia Meloni, al alemán Friedrich Merz y al presidente de Finlandia, Alexander Stubb. Con todo, Trump dejó caer que El Vaticano podría ser el lugar escogido para una nueva ronda de contactos directos.
El optimismo del republicano, sin embargo, contrasta con la cautela de Putin, quien desde la ciudad balneario de Sochi, calificó la conversación de «constructiva», pero evitó, para sorpresa de pocos, comprometerse a una tregua de 30 días como le viene reclamando Trump desde el inicio de las negociaciones. El ruso, según pública la agencia de noticias Tass, se limitó a decir que «un alto el fuego con Ucrania es posible si se alcanzan los acuerdos adecuados». Asimismo, resaltó que ambos países «deben encontrar compromisos que convengan a ambas partes».
Así, sin concesiones –salvo un intercambio de nueve prisioneros por cada parte–, pero con buenas palabras, Putin sigue ganando tiempo, mientras trata de vender la idea de que está comprometido con la diplomacia. «La postura de Rusia es clara. Lo principal para nosotros es eliminar las causas profundas de esta crisis. Solo necesitamos determinar las vías más eficaces para avanzar hacia la paz», insistió el mandatario. Esas «causas» implican, entre otras cosas, la desmilitarización de Ucrania, la salida de Zelenski del Gobierno y el reconocimiento de la soberanía rusa de la península de Crimea, así como de las cuatro regiones ucranianas que Rusia mantiene bajo control parcial, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Previamente, y según publican varios medios estadounidenses, Trump habló también con Zelenski unos «breves minutos» para informarle sobre los temas que iba a tratar con Putin. El ucraniano, en una rueda de prensa en Kiev, anunció que sus aliados europeos, así como Estados Unidos están planeando organizar una nueva cumbre y advirtió de que cualquier demanda inasumible presentada por Rusia es una prueba de que no quiere la paz.
Un día antes, el republicano también discutió sobre la situación en Ucrania con sus aliados europeos. Meloni, informó este lunes que, junto con el francés Emmanuel Macron, el alemán Friedrich Merz y el británico Keir Starmer, mantuvieron una conversación con Trump este domingo «para consultas previas a la anunciada llamada telefónica con Putin». «En primer lugar, quería reiterar el apoyo de Italia, junto con sus socios europeos y occidentales, a los esfuerzos del presidente Trump por lograr una paz justa y duradera en Ucrania, subrayando la importancia de un alto el fuego inmediato e incondicional», escribió Meloni en su cuenta de X, antes Twitter.
Apenas unas horas antes de que tuviera lugar la llamada, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, confesó que si con esta nueva conversación entre ambos mandatarios, no se producía ningún avance para poner fin a la invasión rusa de Ucrania, «Estados Unidos tendría que admitir que no era su guerra». «Somos conscientes de que hemos llegado a un punto muerto. Y creo que el presidente le va a decir a Putin: 'Mira, ¿hablas en serio?'», adelantó Vance, en declaraciones a la prensa. En esta misma línea se pronunciaron este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que advirtió de que Trump estaba «cansado y frustrado» con ambas partes, y el secretario de Estado, Marco Rubio, que aseguró que, «pronto», Estados Unidos descubriría si Rusia estaba comprometido con la paz.
No es la primera vez que Estados Unidos amenaza con abandonar los esfuerzos para lograr la paz en Ucrania. Sin embargo, este último intento fallido de Trump por hacer entrar en razón a Putin para que acepte, al menos, un alto el fuego incondicional y total de 30 días, llega tras unas infructuosas conversaciones directas entre Kiev y Moscú en Turquía el pasado viernes.
La cita en Estambul se presentó como un momento transcendental para lograr poner fin al conflicto. Pero, lejos de la realidad, el encuentro ya empezó mal cuando el Kremlin envió a la ciudad turca una delegación de segundo nivel, encabezada por el asesor presidencial y exministro de Cultura, Vladímir Medinski. Zelenski cargó contra Rusia y la cumbre estuvo en el aire hasta el último momento.
Finalmente, y con un día de retraso, las delegaciones rusa y ucraniana se sentaron en la mesa de negociaciones y, tras poco más de dos horas, salieron sin avances significativos. La tregua de 30 días si quiera se discutió, entre los compromisos adquiridos se encuentra el intercambio de 2.000 prisioneros de guerra –1.000 por bando– en algún momento de esta semana y la vaga promesa de presentar propuestas para un futuro e hipotético alto el fuego.