
Un prisionero, en el Centro de Confinamiento de Terroristas, la megacárcel de Bukele
El salvadoreño al que se envió por error a la cárcel de Bukele es arrestado al regresar a Estados Unidos
Se le acusa de conspiración para transportar migrantes indocumentados y transporte ilegal de personas sin estatus legal en el país, por lo que enfrenta una pena de hasta 20 años de cárcel
El inmigrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, cuya expulsión por «error» a su país provocó un pulso entre el gobierno estadounidense y el poder judicial, ha sido devuelto a Estados Unidos y detenido por tráfico de personas, informaron este viernes autoridades.
Ha sido traído desde El Salvador este viernes, pero ha sido arrestado de inmediato por presunto tráfico de migrantes, declaró la fiscal general Pam Bondi en rueda de prensa. «Será procesado en nuestro país, será sentenciado» y «si es declarado culpable, será devuelto al cumplir su condena», añadió.
Ábrego tenía un estatus legal en EE.UU. que lo protegía de la deportación cuando fue detenido por autoridades migratorias y posteriormente fue enviado en un vuelo hacia una cárcel de máxima seguridad en su natal El Salvador el pasado marzo.
Su retorno llega después de que la Casa Blanca negara tener la potestad de devolver al hombre al país a pesar de que tanto el Supremo como tribunales en menor instancia ordenaran al Gobierno facilitar su vuelta.Enfrenta una pena de hasta 20 años de prisión
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado varios cargos contra él, a la vez que se anunciaba su regreso, por haber transportado ilegalmente a migrantes indocumentados desde 2017 hasta este año desde Texas hacia Maryland.
Un documento judicial de 2022 narra que agentes de policía lo sorprendieron en Tennessee —acreditado por un vídeo publicado por las autoridades— conduciendo un vehículo con ocho personas. Si fuera encontrado culpable, enfrentaría una pena por la que podría permanecer encerrado hasta 20 años en prisión. «Así es como se ve la justicia estadounidense. Al terminar su sentencia, anticipamos que será retornado a su país de origen», declaraba Bondi.
En el texto, presentado en un tribunal el pasado 21 de mayo, se acusa a Ábrego de conspiración para transportar migrantes indocumentados y transporte ilegal de personas sin estatus legal en el país. Las autoridades hablan de que tenía otros cinco cómplices y pertenecía a una red de tráfico de personas —con vínculos con la pandilla MS-13 de El Salvador— que actuaba una vez las personas cruzaban la frontera, generalmente provenientes de Centroamérica y Ecuador. Entre 2016 y 2025 habría realizado unos 100 viajes, recogiendo a los inmigrantes en Houston y repartiéndolos por diferentes puntos en el país.
«Un abuso de poder»
«Lo que sucedió hoy fue un abuso de poder y todo lo opuesto al debido proceso», declaraba el abogado de Ábrego, Simón Sandoval-Moshenberg, que asegura que el salvadoreño debe tener la oportunidad de defenderse «antes de ser castigado, no después».
Según cuenta, ni él ni su familia conocía de los planes de regreso a Estados Unidos y denunció las condiciones sufridas en la megacárcel de Bukele, CECOT. Los documentos judiciales de la defensa recogen que Ábrego llevaba viviendo en Maryland durante más de diez años, cuando tuvo que huir a El Salvador por las extorsiones que tanto él como su familia recibió de la pandilla Barrio 18