
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni
Meloni logra su objetivo y obtiene «una derrota aplastante de la izquierda» al fracasar los cinco referéndums
las notables diferencias entre los sistemas políticos de un país u otro provocan situaciones como la que se ha vivido en las últimas horas en Italia, donde la oposición ha llevado a la población a salir de sus casas para votar en las urnas sobre cinco referéndums derogatorios —para anular total o parcialmente leyes en vigor—, mientras que la dirigente del país, la primera ministra Giorgia Meloni, ha animado a los ciudadanos a que no voten para que no se alcance la participación requerida y los referéndums no se aprueben. Objetivo cumplido.
Por un lado, estos resultados demuestran que la ciudadanía italiana sigue aprobando las políticas de Meloni, que la han hecho caso y han boicoteado los referéndums, aunque, realmente, esta herramienta política siempre se suele encontrar con una dura muralla en la participación. En los últimos treinta años, solo dos referéndums derogatorios alcanzaron el umbral requerido —en 2011 sobre la gestión pública del agua, que consiguió un 54,8 % de participación, y otro en 2020 para reducir un tercio de los parlamentarios del país de 945 a 600—.
Sea como fuere, a las 15:00 hora local de este lunes, cuando los colegios electorales han cerrado sus puertas —ya estuvieron abiertas ayer domingo—, los datos preliminares de participación se situaban en torno al 30 % en las cinco preguntas, muy lejos del quórum del 50 % necesario para validar los referéndums. Un resultado ampliamente celebrado por la coalición gobernante: «El único objetivo de este referéndum era hacer caer al Gobierno de Meloni. Al final, sin embargo, fueron los italianos quienes os hicieron caer a vosotros», escribió Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra, junto a una foto con los principales líderes de la oposición y la frase: «Habéis perdido».
Por su parte, Matteo Salvini, viceprimer ministro y líder de la Liga, calificó como un rotundo fracaso de la oposición los resultados: «Mucho respeto por quienes fueron a votar, una derrota aplastante para una izquierda que ya no tiene ideas ni credibilidad y que ni siquiera puede movilizar a sus propios votantes».
Protestas en la ciudad de Roma
Desde el bando perdedor, Maurizio Landini, secretario general de la Confederación Italiana del Trabajo, afirmó que «nuestro objetivo era alcanzar el quórum, pero es evidente que no lo logramos. Hoy no es un día de victoria. Al mismo tiempo, los últimos datos indican que más de 14 millones de personas votaron en nuestro país, a los que se sumarán los italianos en el extranjero: una cifra significativa, un número inicial. Los problemas que planteamos con los referéndums siguen sobre la mesa».
No se reduce el plazo para pedir la nacionalidad
Dentro de los cinco referéndums derogatorios que se han votado estas últimas horas en el país mediterráneo, cuatro de las consultas estaban centradas en cuestiones laborales: desde los despidos improcedentes hasta la responsabilidad de las empresas en caso de accidentes de trabajo. El quinto referéndum, el más simbólico y probablemente el más controvertido, apuntaba al corazón de la identidad nacional y proponía reducir de diez a cinco años el tiempo mínimo de residencia legal requerido para que un extranjero no comunitario pueda solicitar la ciudadanía italiana.
Según datos del medio local Il Messaggero, la mayor participación se registró en Toscana, donde los datos indican una participación superior al 39 %. En segundo lugar se encuentra la región de Emilia-Romaña, con una participación del 38 %. Por otra parte, el sur del país, la zona más pobre del mismo, ha supuesto un desastre para la participación, con descensos drásticos en Campania, Calabria y Basilicata, así como en las islas, en todos lados por debajo del 25 %.