María Corina Machado, cuando reapareció este jueves en Oslo
El veterano estadounidense que evacuó a María Corina Machado admite que sacar a Maduro vivo de Venezuela sería «muy difícil»
«Matarlo probablemente sería bastante sencillo, pero sacarlo con vida y llevarlo ante la justicia creo que sería muy difícil», afirmó Stern
Bryan Stern, veterano de guerra estadounidense y fundador de la organización Bull Rescue Foundation, aseguró este viernes que estaría dispuesto a participar en una eventual operación para extraer al dictador venezolano, Nicolás Maduro, aunque reconoció que sacarlo con vida y llevarlo ante la Justicia sería extremadamente complicado.
«Me encantaría, y lo pienso todos los días, pero sacarlo con vida es difícil. Matarlo probablemente sería bastante sencillo, pero sacarlo con vida y llevarlo ante la justicia creo que sería muy difícil», afirmó Stern durante una rueda de prensa virtual.
María Corina
El exmilitar, cuya organización se dedica al «rescate de estadounidenses y aliados en zonas de conflicto y desastre», subrayó, no obstante, que no actúan como sicarios ni asesinos, sino que su labor está orientada a salvar vidas. En ese sentido, precisó que una hipotética intervención en Venezuela dependería de cuál fuese la petición concreta por parte del Gobierno de Estados Unidos.
Stern destacó que mantiene una relación fluida con las autoridades estadounidenses, en particular con el cuerpo diplomático, las Fuerzas Armadas y la comunidad de inteligencia, aunque negó haber recibido apoyo oficial en la reciente operación que permitió evacuar de Venezuela a la líder opositora María Corina Machado.
La organización que dirige Stern fue la responsable del operativo secreto para sacar a Machado del país, una compleja maniobra que combinó transporte terrestre, marítimo y aéreo y que se prolongó durante entre 15 y 16 horas, con el objetivo de que la dirigente pudiera viajar a Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Según relató el propio Stern, todo comenzó cuando una persona del entorno de Machado contactó con él, sin que inicialmente supiera que la dirigente opositora sería la persona a evacuar. Se trató, afirmó, de uno de los rescates de mayor perfil de los más de 800 operativos realizados por su organización, lo que incrementó notablemente la complejidad de la misión.
Debido a su popularidad, Machado tuvo que disfrazarse con una peluca, abandonar una vivienda en un suburbio de Caracas y cruzar diez controles de seguridad antes de llegar a un puerto pesquero. Desde allí embarcó en una pequeña lancha que la trasladó hasta un barco en alta mar, desde donde inició su viaje hacia Europa.
Aunque no llegó a tiempo para asistir a la ceremonia, en la que el galardón fue recogido por su hija, Machado realizó en Oslo su primera aparición pública desde el pasado mes de enero.
Stern explicó que la operación fue financiada por donantes anónimos, a los que vinculó con ciudadanos venezolano-estadounidenses críticos con el régimen de Maduro, y negó cualquier colaboración tanto del Gobierno de Estados Unidos como de las autoridades venezolanas.
No obstante, reconoció que contactó con altos mandos militares estadounidenses para evitar que la operación marítima pudiera ser malinterpretada, en un contexto en el que Estados Unidos ha bombardeado lanchas supuestamente vinculadas al narcotráfico frente a las costas venezolanas.
«Me preocupaba profundamente ser blanco de ataques del Ejército estadounidense. Dos barcos en alta mar, de noche, frente a la costa de Venezuela, podían interpretarse erróneamente como algo nefasto», explicó.
Por último, Stern afirmó que nadie les ha solicitado organizar el regreso de Machado a Venezuela, después de que la dirigente manifestara desde Oslo su intención de volver al país, donde vive en la clandestinidad. «Le dije que no debería regresar. El mundo la necesita. Prefiero que esté fuera y a salvo, en lugar de que vuelva a estar en peligro», concluyó.
Sobre la reacción del régimen, el exmilitar se limitó a señalar que «probablemente esté un poco avergonzado e irritado».