Fundado en 1910
Las dueñas de la administración de lotería número 12 de Burgos celebran que han vendido un tercer y un cuarto premio de la lotería de navidad

Es una combinación de ingresos directosEFE/Santi Otero

¿Y lo que no toca? Así usa el Estado el dinero que no se reparte en la Lotería de Navidad

La cantidad final que pasa a manos del Estado es muy elevada y constituye una fuente estable de financiación pública

Cada año, una parte importante del dinero recaudado por la Lotería de Navidad no se devuelve a los jugadores en forma de premios. De los millones que mueve el sorteo —más de 3.800 millones de euros en las últimas ediciones— alrededor del 70 % se destina a premios y el resto, cerca del 30 %, queda como margen de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE).

Ese porcentaje, sin embargo, no es un beneficio limpio, pues de él se descuentan comisiones de las administraciones de lotería, gastos de producción, distribución, gestión y costes operativos. Aun así, la cantidad final que pasa a manos del Estado es muy elevada y constituye una fuente estable de financiación pública.

El dinero que no se reparte en premios se integra en las cuentas de SELAE, empresa pública adscrita al Ministerio de Hacienda. Sus beneficios se incorporan después a los Presupuestos Generales del Estado mediante transferencias que se destinan a financiar servicios públicos esenciales como sanidad, educación, pensiones o políticas de empleo.

La Lotería de Navidad funciona así como un mecanismo indirecto de recaudación: millones de personas aportan voluntariamente un ingreso que el Estado puede redistribuir a través de los presupuestos, sin representar una carga fiscal adicional para los contribuyentes.

A esta vía se suma la recaudación fiscal procedente de los premios sujetos a retención. Los premios superiores a 40.000 euros tributan un 20 % sobre la cantidad que excede ese límite.

«Lo que no toca»

De este modo, lo que «no toca» en la Lotería de Navidad tiene un destino claro: fortalecer las arcas públicas. Es una combinación de ingresos directos, beneficios empresariales públicos y recaudación fiscal que convierte al sorteo en un acontecimiento económico de primer orden, más allá de su dimensión festiva y tradicional.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas