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Dos niños de San Ildefonso cantan el primer quinto premio del sorteo

El bombo no tiene memoriaEFE

Las terminaciones que nunca han sido premiadas en la Lotería de Navidad

Resulta especialmente irónico que, en este año 2025, la propia terminación del año (25) figure históricamente en este grupo de los «olvidados»

Con más de doscientos años de historia a sus espaldas, el Sorteo Extraordinario de Navidad ha generado una cantidad inmensa de datos estadísticos que alimentan tanto a matemáticos como a supersticiosos. Sin embargo, hay un grupo de terminaciones de dos cifras que, inexplicablemente, jamás han sido agraciadas con el primer premio, convirtiéndose en la particular «lista negra» del bombo.

Es importante aclarar que, si miramos únicamente la última cifra (el reintegro), todos los números del 0 al 9 han salido alguna vez, aunque con una desigualdad notable. El número 5 reina como el monarca absoluto de la suerte, siendo la terminación más repetida de la historia, mientras que el 1 carga con el estigma de ser el «patito feo», apareciendo en muchas menos ocasiones.

No obstante, el verdadero misterio reside en las combinaciones de dos dígitos. A fecha de hoy, existen terminaciones como el 09, 10, 21, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82 que nunca han coronado un décimo con el Gordo.

Resulta especialmente irónico que, en este año 2025, la propia terminación del año (25) figure históricamente en este grupo de los «olvidados» por el primer premio. A pesar de ser una cifra muy demandada por coincidir con la fecha de la Navidad (25 de diciembre), la suerte suprema le ha sido esquiva hasta ahora, otorgándole solo premios menores o aproximaciones.

Esta resistencia estadística provoca dos reacciones opuestas en los compradores: están quienes huyen de estos números por considerarlos gafados y quienes, aplicando la lógica de que «ya toca», los buscan con ahínco creyendo que la estadística debe equilibrarse tarde o temprano.

Cada sorteo es un evento independiente

La realidad matemática, sin embargo, es tozuda y nos recuerda que el bombo no tiene memoria. Las bolas de madera no saben qué ocurrió el año pasado ni hace un siglo; cada sorteo es un evento independiente donde todas las combinaciones tienen exactamente la misma probabilidad de salir.

Por tanto, que el 09 o el 59 no hayan salido nunca es una simple casualidad histórica, una anécdota numérica que podría romperse perfectamente este 22 de diciembre, convirtiendo un número «maldito» en el más deseado de la historia.

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