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Todos los números están en el bombo de la Lotería de Navidad, aunque hay algunos que casi no han salido a lo largo de la historia

El procedimiento exige enviar el décimo a la Fábrica Nacional de Moneda y TimbreEFE

Lotería de Navidad 2025

Lotería de Navidad 2025: motivos por los que un número premiado podría no cobrarse

Si el daño es irreparable y los expertos no pueden certificar que el boleto es auténtico, el premio se pierde para siempre, sin posibilidad de reclamación

Ganar la Lotería de Navidad es una de las experiencias más eufóricas que existen, pero esa alegría puede transformarse en una auténtica pesadilla burocrática si el décimo premiado presenta problemas físicos o legales. El obstáculo más frecuente al que se enfrentan los afortunados es el deterioro del boleto, un clásico accidente doméstico que suele ocurrir cuando el décimo termina olvidado en el bolsillo de un pantalón que va directo a la lavadora.

En estos casos, la regla de oro es no intentar manipular ni reparar el papel mojado; si el código de barras o los elementos de seguridad están dañados, la administración de lotería no podrá validarlo. El procedimiento exige enviar el décimo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que actúa como un «hospital de billetes», sometiéndolo a un análisis forense para autenticar su legitimidad.

Si el daño es irreparable y los expertos no pueden certificar que el boleto es auténtico, el premio se pierde para siempre, sin posibilidad de reclamación.

Más angustioso aún es el escenario del robo o la pérdida del décimo, ya que la lotería es un documento «al portador». Esto significa que, ante la ley, el dueño del dinero es quien tiene el papel físico en la mano. Si te roban el décimo y el ladrón lo cobra antes de que reacciones, recuperar el dinero es extremadamente difícil.

Para evitar que un tercero cobre tu premio, es imprescindible haber presentado una denuncia policial antes del sorteo o inmediatamente después, aportando todos los datos posibles, como el número, la serie y la fracción.

El premio es para quien presente el boleto

Sin embargo, la denuncia por sí sola no bloquea el pago. Es necesario que un juez dicte una orden judicial cautelar que paralice el abono del premio. Sin ese mandato judicial expreso, Loterías y Apuestas del Estado no tiene potestad para retener el dinero, y pagará a quien presente el boleto en ventanilla.

Por último, los conflictos personales en décimos compartidos también pueden dejar el premio en el limbo o en manos de una sola persona. Si se comparte un número de palabra, sin pruebas documentales como una fotocopia firmada, un mensaje de WhatsApp claro o un audio donde se especifiquen los participantes, el custodio del décimo puede caer en la tentación de cobrarlo íntegramente y negar la participación de los demás.

En este caso, el cobro se realiza, pero los compañeros de juego se quedan sin su parte a menos que inicien un largo y costoso litigio en los tribunales para demostrar una copropiedad que debió quedar por escrito. Si el reloj marca el 23 de marzo y el décimo sigue en un cajón, el derecho al cobro se extingue automáticamente y el dinero pasa a manos de Hacienda.

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