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Obituario Rosalía González

Rosalía González de Haro (1942-2022)

La mitad de Manolo Martín Ferrand

Nunca quiso ser otra cosa que la esposa entusiasta y exigente y la periodista eficaz, un tanto anónima, y siempre a mayor gloria de la pareja, no regateando nunca horas de apoyo

icono rosalia
Nació en 1942 en Madrid, donde ha fallecido el 17 de febrero de 2022

Rosalía González de Haro Soler

Periodista

La periodista Rosalía González de Haro conoció en la Escuela de Periodismo a Manuel Martín Ferrand y sus vidas quedaron unidas para siempre, humana y profesionalmente

Rosalía González de Haro Soler, alicantina de familia, nació en Madrid en 1942 y en 1963 se graduó en periodismo con el número 3.646 del entonces Registro Oficial de Periodistas. Se casó con el también periodista Manuel Martín Ferrand. La Escuela de Periodismo, que todavía no había alcanzado la categoría universitaria de Facultad, unió a la pareja, que desde entonces compartieron una vida de éxitos profesionales de los que Rosalía era coautora indiscutible por su entusiasmo, su preparación y el apoyo permanente que infundió al llamado «periodista completo».

Rosalía nunca quiso ser otra cosa que la esposa entusiasta y exigente de Manolo y la periodista eficaz, un tanto anónima, y siempre a mayor gloria de la pareja, no regateando nunca horas de apoyo, semanas y meses de un relativo anonimato que nunca empequeñecería los éxitos de su marido y la fuerte personalidad de su compañera.

Aida, Noticias Médicas, Nivel, Diario Económico y Gade son cabeceras que contaron con el buen hacer de Rosalía al tiempo que Martín Ferrán dirigía el Diario de Barcelona y el Bazar y, en la radio Hora 15 en TV y Todo en Radio Madrid, y sobre todo Antena 3, de radio, primero y de televisión después. Insisto que no se puede separar la trayectoria de Rosalía González de Haro de la de Manuel Martín Ferrand, de tal modo que, conservando su diversa ejecutoria, siempre el apoyo mutuo, se tradujo en éxito creciente y en una vida en común fecunda con sus tres hijos: Víctor, Rosalía y Daniel, que siempre sintieron una gran admiración por sus padres, aunque ninguno de ellos decidió seguir sus pasos profesionales.

La muerte de Rosalía fue inesperada. Inevitablemente marca un hito irreversible en sus hijos y en los muchos amigos y compañeros de ambos, pues tanto individualmente, como en pareja, constituyen un recuerdo difícilmente olvidable por su categoría humana, profesional y familiar.

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