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19 de abril de 2024

Carlos de wurtrmberg

Noblesse et Royautes

S.A.R. El Duque de Württemberg (1936-2022)

El ejemplo de un jefe de Casa Real no reinante

Heredero accidental de una de las dinastías con más abolengo de Alemania, su sentido del deber, su compromiso cercano con el territorio sobre el que reinaron sus antepasados y su cercanía con la gente, fueron motivo de una sólida popularidad en Baden-Württembrg

Carlos de wurtrmberg icono
Nació el 1 de agosto de 1936 en Friedrichshafen y falleció en Ravensburg el 7 de junio de 2022

Carl Maria Peter Ferdinand Philipp Albrecht Joseph Michael Pius Konrad Robert Ulrich de Württemberg

Jefe de la Casa de Württemberg

Heredero de una de las dinastías más antiguas de Alemania que retornó al catolicismo a raíz del matrimonio de Alexander de Württemberg con Marie, hija de Luis Felipe Rey de los Franceses, el Duque Carl se licenció en Derecho. Tras suceder a su padre en 1975, modernizó y amplió el patrimonio de su Casa, actividad que compaginó con un intenso compromiso social y cultural. Era caballero del Toisón de Oro (rama austriaca) y comendador de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno, que le fue otorgada por san Juan Pablo II.

La escena tuvo lugar a mediados de los años noventa en Friedrichshafen, localidad situada al borde del lago de Constanza y sede de uno de los dos castillos aún ocupados por la Casa de Württemberg. Su jefe, el Duque Carl había cedido el uso del parque para la celebración de un acto oficial al que no estaba invitado, según relata un testigo de la escena a El Debate. Cuando el automóvil en el que circulaba hizo, discretamente, su entrada en el recinto, la autoridad que presidía el acto, político de alto nivel, le hizo un gesto de acercamiento, al que el Duque correspondió bajándose y acudiendo a su encuentro. Inmediatamente, el resto de las personalidades allí presentes se levantó para cumplimentarle.
Esta deferencia se explica más por el respeto que el Duque Carl ha sabido granjearse durante los 47 años en que ha ejercido la jefatura de su Casa que por el mero hecho de pertenecer a un linaje impecable. Carl, como muchos de los jefes de las dinastías antiguamente reinantes en Alemania, entendió que su deber seguía siendo el servicio a sus antiguos súbditos; eso sí, imprimiendo un estilo contemporáneo y cercano.
Baste decir, y la lista no es exhaustiva, que presidió la Sociedad para la Promoción del Museo Estatal de Württemberg, la Asociación de Amigos de la (poderosa) Universidad de Tübingen, formando parte del patronato de la de Hohenheim, fundó el Premio Ludwig Uhland –centrado en los estudios locales–, fue comodoro del club de yates de Württemberg (Lago de Constanza), sin olvidar el sinfín de organizaciones benéficas a las que prestó su apoyo. Asimismo, en una ocasión por lo menos, encabezó, a petición de empresarios del land de Baden-Württemberg, una misión comercial internacional.
Bien es cierto que desarrollaba esta frenética actividad respaldado por una inmensa fortuna heredada en régimen de mayorazgo y estructurada en torno a un conglomerado compuesto por miles de hectáreas de bosques en Alemania, Austria y Canadá, amplios viñedos, un notable patrimonio inmobiliario que mezcla lo reciente con lo rancio, y un club de golf.
La trayectoria del duque de Württemberg hubiera sido más banal de no haberse visto obligado su hermano mayor, el Duque Ludwig-Albrecht, a renunciar a sus derechos dinásticos al contraer una unión desigual con una baronesa. El nuevo heredero se ciñó a a la tradición casándose con la Princesa Diana de Orleans, hija de los Condes de París y prima segunda del Rey Juan Carlos, con quien les unía, además, una estrecha amistad.
El matrimonio, que tuvo seis hijos –cuatro varones y dos mujeres–, atravesó una época de turbulencias –la Duquesa de Württemberg confesó en sus memorias haber reposado su cabeza en «otros hombros masculinos»– antes de reconciliarse definitivamente. Antes, en 1975, el Duque Carl había sucedido a su padre, el Duque Philipp, ejemplo, junto al Archiduque Otto de Austria, de un compromiso dinástico sin concesiones frente al nazismo.
La vida apacible de Carl y Diana se truncó hace cuatro años cuando su hijo mayor y heredero, el Duque Friedrich, falleció en un accidente automovilístico. El hijo mayor de éste último y de la Princesa Marie de Wied, Wilhelm, de 28 años, es desde ayer el nuevo jefe de la Casa de Württemberg. Su abuelo le ha dejado el listón muy alto.
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