Fundado en 1910

27 de abril de 2024

Sempé

AFP

Jean-Jacques Sempé (1932-2022)

El alma del Pequeño Nicolás

Encontró en las viñetas una vía de escape a una infancia difícil, que no fue óbice para crear el personaje de un niño auténtico y feliz

Sempé icono
Nació en Figeac el 17 de agosto de 1932 y falleció en Draguignan el 11 de agosto de 2022

Jean-Jacques Sempé

Tras ejercer varios oficios a partir de los 14 años para ganarse la vida, alcanzó el éxito como dibujante

«A veces me he vuelto razonable, pero adulto, nunca». La definición que Jean-Jacques Sempé daba de sí mismo encaja a la perfección con la filosofía que animaba al Pequeño Nicolás, el personaje que le dio fama planetaria.
Todo empezó en 1954, cuando Sempé, que ya había publicado esporádicamente viñetas, en la prensa del suroeste de Francia conoció en París a René Goscinny, que ya era guionista de Lucky Luke y posteriormente lo sería de Astérix.
Ambos trabajan para el semanario belga Le Moustique, que difundía las viñetas de Sempé en portada y por entregas. Sempé empezó a esbozar un pequeño personaje en forma de dibujo dentro de una casilla, al que llama Nicolás, y cuyo nombre está inspirado en un anuncio del famoso comerciante de vinos.
Cuando el redactor jefe le pidió que lo convirtiera en un cómic, Sempé, que no era muy ducho en aquel género, sugirió naturalmente que su amigo Goscinny escribiera el guion. Pero la aventura se detuvo al cabo de la vigésimo octava tabla.
Goscinny es despedido por el editor del periódico por haber exigido un mejor reconocimiento para los autores, y Sempé, en solidaridad, también se marcha. Tres años más tarde, el periódico Sud Ouest Dimanche encargó a los dos autores que revivieran su Petit Nicolas, esta vez en forma de cuento ilustrado.
El dúo comparte sus recuerdos de la infancia. Los textos de Goscinny –convertido, excepcionalmente, en narrador– están ilustrados con tres o cuatro dibujos de Sempé. El 29 de marzo de 1959 apareció la primera historia del Pequeño Nicolás, nombre mediante el cual alcanzaría fama planetaria.
Empezó, eso sí, por su país: el editor parisino Denoël pronto se puso en contacto con Sempé y Goscinny, que publicaron cinco álbumes. La producción del dúo no pudo ser más fructífera: en casi diez años de colaboración, Goscinny escribió 222 historias ilustradas por unos mil dibujos de Sempé. Este último, una vez fallecido su socio en 1977, prosiguió la aventura en solitario.
A partir de 2004, las historias inéditas del Pequeño Nicolás, editadas por Anne Goscinny, hija del guionista fallecido en 1977, también alcanzaron un éxito abrumador, lo que llevó a Sempé a afirmar: «El Pequeño Nicolás es intemporal porque cuando lo creamos ya estaba pasado de moda».
Difícilmente Sempé, hijo natural crecido en una familia desestructurada –en la que el alcohol abundaba y los malos tratos eran algo corriente– y que había dejado la escuela a la edad de 14 años para ganarse la vida como repartidor subido en una bicicleta, primero, y más adelante como comercial de vinos y de pastas de dientes, hubiera imaginado llegar a semejante cima.
Sobre todo si se tiene en cuenta una prolífica obra al margen del Pequeño Nicolás: una treintena de álbumes en Denoël, y varias compilaciones. Sempé es un francés universal.
Comentarios

Más de Obituarios

tracking