Martín Walser en su despacho
Martín Walser (1927-2023)
Sacudió los complejos históricos de los alemanes
En 1998, se posicionó contra el «incesante recuerdo de la culpa», que consideraba un «mazazo moral»
nació el 24 de marzo de 1927 en Wasselberg (Baviera) y falleció en Überlingen (Baden Württemberg) el 28 de julio de 2023
Martin Walser
A lo largo de una carrera literaria de siete décadas, publicó 25 novelas, varios libros de relatos, ensayos y una quincena de obras de teatro. Era el último gran intelectual alemán que vivió la Segunda Guerra Mundial.
La agria polémica se desató en plena Feria del Libro de Frankfurt, edición de 1998, cuando Martin Walser reivindicó el derecho de Alemania a ser una «nación adulta sin complejos», argumentando que se había explotado hasta el límite el trauma de Auschwitz y posicionándose contra el «incesante recuerdo de la culpa«, que consideraba un» mazazo moral»; de ahí que hubiera llegado, en su opinión, el momento de «apartar la mirada de la representación recurrente de nuestra vergüenza». Se le reprochó de intentar difuminar el pasado nazi. Su réplica, imparable: la repetición constante de las representaciones de estos crímenes trivializaba su horror.
Sea como fuere, por fin un intelectual alemán se atrevía a decir en voz alta lo que muchos pensaban en voz baja. Y no cualquiera: Walser está considerado uno de los novelistas más importantes de la posguerra, al nivel de un Günter Grass o un Heinrich Böll, aunque nunca alcanzó la proyección internacional de ambos. Más los tres han hecho de la historia alemana y del legado del nazismo el centro de una obra extensa. En el caso de Walser, es autor de 25 novelas, varios libros de relatos, ensayos y una quincena de obras de teatro. Y al igual que Grass, militó fugazmente, siendo aún menor de edad, en las filas del Partido Nacionalsocialista en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, mientras era incorporado forzosamente al Ejército de Tierra.
Más sería injusto reducir su trayectoria esos desafortunados coqueteos juveniles: una vez finalizados sus estudios de Literatura, se unió al «Grupo 47», vanguardia de la literatura alemana del que también formaba parte Grass. Walser destacó en la descripción de los ambientes pequeñoburgueses de los que procedía -sus padres eran dueños de un mesón cerca del lago de Constanza- y aborda las relaciones personales o los asuntos políticos -desde una perspectiva de izquierdas hasta su distanciamiento paulatino de los mantras progresistas- en muchas de sus obras de teatro como Roble y conejos de angora o El cisne negro. Siempre, y en todos los géneros que practicó, ofreciendo una mirada sarcástica sobre la sociedad y criticando la «arbitrariedad del conformismo» a través de protagonistas insignificantes o indefinibles a través de la traición, la culpa y la mentira.
«Como brillante analista del mundo interior humano, nunca dejó de cuestionarse a sí mismo mientras escribía, y de implicar a los lectores en este proceso», declaró el presidente alemán, Frank-Walter Steinnmaier en su mensaje de condolencias.
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