El empresario José Antonio Martínez Uranga
José Antonio Martínez Uranga (1934-2023)
Polifacética figura del universo taurino
Fue apoderado, entre otros, de Paco Camino y Paquirri así como gestor de la Monumental de las Ventas entre 2005 y 2016
Nació en San Sebastián en 1934, donde falleció el 31 de agosto de 2023
José Antonio Martínez Uranga
Empresario y apoderado taurino
Dedicó más de medio siglo a la actividad taurina, perpetuando, junto con otros parientes, el negocio fundado por su abuelo Severino.
José Antonio Martínez Uranga pertenecía a una saga de empresarios taurinos iniciada por su abuelo paterno, Severino Martínez, cuyos caballos picaban, desde la primera mitad del siglo XX, en plazas de varias localidades de la geografía española. El patriarca tuvo dos hijos, Pablo –padre de los «Chopera»– y Manuel –padre de Martínez Uranga y del resto de los «Choperita»–, que apuntalaron el negocio, especializándose en la gestión de plazas y en el apoderamiento de toreros.
Por esta última actividad inició su andadura Martínez Uranga, llevando la carrera del joven Paco Camino. Posteriormente, hizo lo propio con maestros de la talla de Francisco Rivera «Paquirri», Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea», José María Manzanares, Dámaso González o Luis Francisco Esplá. Asimismo, asesoró al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. En paralelo, sobre todo a partir de la década de los setenta, se abrió paso, al igual que otros miembros de su familia, en el sector específico de los cosos.
Obtuvo, entre otros, y tras vencer los preceptivos concursos, la gerencia de los de las plazas de Zaragoza, Valladolid, Badajoz, Gijón, Albacete, Salamanca, Valencia, Burgos o Santander. La lista no es exhaustiva.
El punto culminante de su trayectoria fue sin lugar a duda la «conquista» de la Monumental de las Ventas en 2005, cuando ya contaba con 71 años. Se impone a los no menos carismáticos hermanos José Luis, Pablo y Eduardo Lozano, que ejercían su autoridad sobre el coso madrileño desde 1989. La etapa Martínez Uranga en la capital de España duró once años y fue exitosa, tanto en relación al nivel del espectáculo como en el aspecto empresarial.
Cuando, a su vez, Martínez Uranga tuvo que ceder el testigo de Las Ventas al empresario francés Simón Casas, quedó como un caballero, lo que siempre fue y se retiró a San Sebastián, su ciudad natal. Su hijo Manuel Martínez Erice tomó su relevo. Madrid no se olvidó de él y le rindió un homenaje en mayo del pasado año.
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