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18 de abril de 2024

HorizonteRamón Pérez-Maura

Sesteamos mientras todo se derrumba

Se está perpetrando un ataque frontal a uno de los pilares de la democracia: el Estado de derecho. Pero la inmensa mayoría de los medios no dan importancia a estos hechos. Mediaset y Atresmedia siguen haciendo caja mejor que bien

Actualizada 01:56

Podemos exigió ayer la dimisión de Meritxell Batet por «atentar contra la democracia» al retirar el escaño al Rasta Rodríguez. A mí se me ocurren muchas razones por las que habría que exigir la dimisión de Batet de la tercera magistratura del Estado, pero en ningún caso incluiría entre ellas el cumplimiento de las sentencias judiciales. Es lo más sensato que le he visto hacer en su vida, bien que después de intentar saltarse la misma sentencia por interés del presidente del Gobierno, que está dispuesto a pagar cualquier precio con tal de continuar sentado en La Moncloa. Pero como ya decíamos en estas páginas el pasado viernes, la sombra de Forcadell es alargada.
Este caso es una gota más en un vaso que lleva meses a punto de desbordarse y nada indica que la gotera vaya a cesar. España es el único país de Occidente en el que gobiernan los comunistas. Unos sectarios que estos días han manifestado con hechos que siguen creyendo en los mismos principios que hace cien años a pesar de haber fracasado donde quiera que se han intentado implantar. La batalla que obligaron a Batet a librar la semana pasada era un choque de enorme gravedad entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Básicamente porque no creen en la independencia de la Justicia. Antes al contrario: creen que la Justicia es un instrumento del Partido. Y en España tenemos en el poder un partido así.
A raíz de esto vivimos algo inimaginable en ningún país de Occidente: una ministra del Gobierno de la nación que acusa al Tribunal Supremo de prevaricación. Es difícil acusar de algo más grave al máximo exponente de la Justicia en España. Pero lo que resulta verdaderamente increíble es que pasen los días y no haya reacción por parte del Supremo. ¿Es posible que no hayan encontrado ningún delito que puedan imputarle cuando ella ha hecho tan grave acusación contra un juez?
Todo ello compone una imagen extremadamente grave del momento que vive España. Se está perpetrando un ataque frontal a uno de los pilares de la democracia: el Estado de derecho. Pero la inmensa mayoría de los medios de comunicación no dan importancia a estos hechos. Mediaset y Atresmedia siguen haciendo caja mejor que bien. La aparente superación de la pandemia gracias a las vacunas ha devuelto la alegría a las calles y a la hostelería, el cálido otoño todavía modera el consumo de energía que muchos no van a poder pagar en diciembre o enero –y no estoy hablando de pobres de pedir, hablo de familias de clase media– y el intento de derribar el sistema político del 78 se sigue ejecutando día a día. Las evidencias son incontestables, pero preferimos seguir sesteando mientras todo se derrumba a nuestro alrededor.
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