Yo de Page no me haría ilusiones...
Page lo tendría muy difícil en unas primarias contra Salvador Illa. Pero la pregunta es: ¿al margen de los muy cafeteros del PSOE, hay alguien del Ebro para abajo dispuesto a votar al ministro de la pandemia?
Nuestra columnista Mayte Alcaraz presenció hace 11 años el nacimiento de lo que hoy conocemos como sanchismo. Era el mes de julio de 2014 y estábamos los dos en el diario ABC. Ella como lo que es, una analista de primerísima división, y yo como un becario en prácticas. Ese verano, Alcaraz acompañó a Pedro Sánchez en su campaña de las primarias del partido socialista, cuyos militantes tendrían que elegir entre él, Eduardo Madina y José Antonio Pérez-Tapias. Al lado del diputado vizcaíno y del portavoz de Izquierda Socialista, Pedro Sánchez parecía todo un moderado. A mayores, tenía formación económica. Luego se descubrió que fraudulenta en gran parte, pero entonces suponía toda una novedad tras el agujero económico que dejó Zapatero, con España a medio paso del rescate.
Pues bien. Ese verano de 2014 Mayte Alcaraz acompañó a Pedro Sánchez en un viaje por carretera hasta Palencia. Entonces no se manejaba en el Peugeot 407, sino en un todoterreno SsangYong de color negro. En aquel reportaje, Sánchez habló de sus rutinas, de sus hijas, e incluso sacó tiempo para presumir de «buena relación» con los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia. El reportaje terminó y, antes de marcharse, le pidió a Alcaraz que por favor omitiera esto último. ¿Por qué? Porque sabía entonces, y sabe ahora, que los militantes del PSOE son republicanos. Y él no quería quedar como un cortesano.
De acuerdo con la encuesta que publicamos hoy, Emiliano García-Page figura como el candidato que mejor lo haría en caso de suceder a Pedro Sánchez. Sin embargo, yo en su lugar no me haría muchas ilusiones. Como bien detectó Sánchez en su momento, las bases del PSOE, que son las que votan en las primarias, están muy lejos ideológicamente del presidente manchego, que además de monárquico es abiertamente contrario a la amnistía y al cupo catalán, los dos principales proyectos legislativos de esta legislatura nefasta. De hecho, si miramos la letra pequeña del sondeo, Page es la antepenúltima opción para los votantes potenciales del PSOE, que lo sitúan sólo por detrás de Juan Lobato (un traidor bajo la óptica socialista por protegerse ante notario de las filtraciones contra Ayuso) y de Margarita Robles, que según los mensajes de su jefe es una «pájara» que se acuesta con el uniforme puesto.
Si para seguir votando socialismo hay que estar muy movilizado, para tener derecho a voto en las primarias del PSOE hay que ser un auténtico devoto. Y ahí Page tendría poco que hacer frente a Salvador Illa, por ejemplo, que este sí está a favor de la amnistía, el cupo y lo que se ponga por delante. Ahora la pregunta es: ¿al margen de los muy cafeteros del PSOE, hay alguien del Ebro para abajo dispuesto a votar al ministro de la pandemia?