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Cosas que pasanAlfonso Ussía

El titular

El prestigio internacional de nuestro Gobierno, en las cloacas. «Putas, una actriz porno y un portero de discotecas». Se queda corto el titular, pero más extenso se saldría de los márgenes del 'Telegraph'

La prensa británica no es muy partidaria de ocuparse de nuestras cosas. Pero últimamente, todos los medios lo hacen, y curiosamente, coinciden. Aunque me repita, resulta imprescindible –en catalán, imprasindipla– recordar el error morrocotudo del Times con el duque de Bedford. Del mismo modo que Harrods tenía como eslogan «Nada hay en el mundo que no pueda comprar en Harrods», el Times presumía de no haberse equivocado nunca. Lo de «Harrod's lo descalabró un millonario tejano que fue a molestar. Se acercó al gabinete de información y formuló la siguiente pregunta: «¿En qué planta podría adquirir un rinoceronte blanco?». Se conmovió cuando la señorita de información, sin inmutarse, le indicó: «En la sexta planta, señor». Y hasta la sexta planta subió el millonario petrolífero –como Zapatero con el petróleo venezolano–, y se encontró en medio de ladridos, cantos de ruiseñores, maullidos y cotorras habladoras. «¿Desea algo, señor?»; «sí, señorita, como aquí se dice que puedo comprar todo lo que haya en el mundo, deseo un rinoceronte blanco adulto para mi rancho de Tejas».

«Por supuesto, señor. Voy a consultarle al jefe de la sección». Al minuto, apareció el típico jefe de sección de Harrods, todavía en manos de ingleses y con Al Fayed en la lejanía, y fue al grano. «En este momento tenemos agotadas las existencias de rinocerontes blancos adultos, pero en una semana, se lo podremos llevar a domicilio. ¿Lo abonará en efectivo o con tarjeta?» Y a la semana siguiente, el rinoceronte blanco se hizo dueño y señor de los pastos del rancho tejano.

Pero vamos con Bedford. Ya viejecito, en su castillo, lo primero que hacía cada mañana, siguiendo la tradición de la familia, era leer el Times, el periódico que nunca daba por buena una noticia falsa, no acreditada o confusa. Gran convulsión por todo el cuerpo relampagueó Bedford, al leer en la página de Sociedad el triste acontecimiento: «Ha fallecido Su Gracia el Duque de Bedford». El duque llamó al director del Times: «Me siento muy deprimido, señor director. Ustedes han publicado en mi periódico que he fallecido. Estoy pachucho, pero sigo vivo. Pero eso no es lo importante. Lo fundamental es que yo haya servido de instrumento para que el «Times se equivoque por primera vez en su historia». Se convocó una reunión en el castillo, y el problema se solucionó más o menos. Al día siguiente, en la misma sección y en el espacio dedicado a los natalicios se podía leer: « Ha nacido Su Gracia el Duque de Bedford».

La prensa británica, impresa y digital, ha sido la más certera y dura con la corrupción del sanchismo. Y el Telegraph, con agudeza y humor ha resumido en un titular la realidad del Gobierno de España y el sanchismo circundante: «Putas, una actriz porno y un portero de discotecas». Mariano y Antonio Ozores, Esteso, Pajares, Juanito Navarro y las actrices del destape, habrían elegido el titular del Telegraph para convertirlo en una película divertidísima. Porque en eso se ha convertido nuestra España. Putas por doquier, chulos por aquí, ladrones por allá, y poco más. El prestigio internacional de nuestro Gobierno, en las cloacas. «Putas, una actriz porno y un portero de discotecas». Se queda corto el titular, pero más extenso se saldría de los márgenes del Telegraph.

En Inglaterra, los periodistas son, ante todo, periodistas. En España, más de la mitad son agentes de propaganda apesebrados, o simplemente sobornados, por el Gobierno. Y para colmo, nos están obligando a perder el sentido del humor, el que nos distingue de los mamíferos, las aves, los peces y los moluscos, como Yolanda Díaz.

Lo que nos distancia de esa gentuza que nos gobierna.

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