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En primera líneaRafael Puyol

El aborto en España. Una perspectiva demográfica

La mayoría de los abortos se practican en centros extrahospitalarios y además privados (73 %) a mujeres embarazadas con menos de 8 semanas. La inmensa mayoría de las interrupciones voluntarias se realizan «a petición de la mujer», sin necesidad de aducir ningún otro motivo

Actualizada 01:30

En 2023 se produjeron en España 103.097 abortos o como los denomina la estadística «Interrupciones voluntarias del embarazo». Comparados con los nacimientos que hubo ese año (320.656) la cifra supone un aborto por cada tres nacimientos y que una de cada cuatro concepciones acabe en aborto. Independientemente de las motivaciones éticas o morales que podamos esgrimir quienes no somos partidarios de esta práctica, desde un punto de vista demográfico el aborto es una ruina. No es posible atribuirle en exclusiva la caída de la fecundidad y la natalidad , pero sin duda juega un decisivo papel reductor.

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Lu Tolstova

Su andadura legal tiene tres leyes clave. La primera es la Ley de Supuestos de 1985 que permitía abortar sin límites en caso de riesgo para la salud física y mental de la madre; hacerlo en las 22 primeras semanas si existía malformación del feto; y en 14 semanas si el embarazo era fruto de una violación. La segunda fue la Ley de Plazos de 2010 que autorizaba el aborto libre en las 14 primeras semanas; dentro de las 22 si existía grave riesgo para la salud o la vida de la embarazada o acusadas anomalías en el feto y en cualquier momento si se detectaban daños fetales incompatibles con la vida. La tercera es la Reforma de 2022 que ha establecido supuestos de fuerte controversia como la posibilidad de que las adolescentes entre 16 y 18 años interrumpan el embarazo sin la autorización de sus padres o que lo puedan hacer las personas con discapacidad sin el permiso de quienes ejercen su representación legal.

La evolución de los abortos en España ha tenido dos fases. Una primera de crecimiento progresivo hasta el pico de 2011 en el que se alcanzó la cifra de casi 117.000. Y una segunda de caída primero y posterior estabilización entre los 90.000 y los 100.000 abortos anuales. En 2023 el número ha vuelto a superar los 100.000 y se ha alcanzado el porcentaje de concepciones que acaban en aborto más alto (24 %).

En cuanto a la edad la propensión a abortar es mayor entre las mujeres jóvenes que en las mayores. Por comunidades autónomas los índices más elevados corresponden a Cataluña seguida de Baleares y Madrid y de Asturias y Murcia. En el extremo opuesto, las tasas más pequeñas pertenecen a Galicia y Extremadura.

No todos los abortos que se llevan a cabo se realizan a mujeres españolas, aunque í la mayoría (65,5%). Algo más de una quinta parte se practican a mujeres latinoamericanas (21,6%) y un 5% a las oriundas de África.

Según el nivel de instrucción los porcentajes de abortos más intensos corresponden a las mujeres que han cursado estudios de bachillerato y ciclos de F.P equivalentes (35,5%) y las que han hecho la ESO o formaciones semejantes (30 %). Los niveles más bajos (sin estudios o Primaria) solo representan el 12 % y los de estudios superiores alrededor de un 20%.

Aproximadamente un tercio de las mujeres que abortan ya habían realizado al menos una interrupción con anterioridad y un 12 % más de una. La mitad no tenía en el momento de abortar ningún hijo vivo previo. La otra mitad si poseía al menos uno o más de uno.

La mayoría de los abortos se practican en centros extrahospitalarios y además privados (73 %) a mujeres embarazadas con menos de 8 semanas. La inmensa mayoría de las interrupciones voluntarias se realizan «a petición de la mujer», sin necesidad de aducir ningún otro motivo. Los abortos por grave riesgo para la salud de la madre solo suponen el 3,2 % y los efectuados por anomalías del feto un modesto 2,6 %.

En el plano internacional España está en el pelotón de cabeza de los países de la Unión con un mayor porcentaje de concepciones que acaba en aborto. Por delante solo tenemos a Bulgaria, Suecia o Francia.

En resumen ,desde la aprobación de la primera Ley reguladora (1985) el aborto ha crecido de forma significativa hasta superar hoy la cifra de 100.000. Un volumen realmente muy alto si se tiene en cuenta que los nacimientos rondan los 320.000. En el ámbito de la Unión Europea somos uno de los países con fecundidad más baja y una tasa de abortos más alta.

Este podría ser el retrato robot del aborto en nuestro país. Mujer entre 20-24 años, predominantemente española, en convivencia prioritaria si hijos, la mayoría con sus padres o familiares, con estudios de bachillerato o FP equivalentes, trabajando por cuenta ajena ,la mitad con un hijo o más de uno en el momento de abortar, que realiza la interrupción a petición propia, en centros extrahospitalarios y privados con embarazos inferiores a las cuatro semanas.

Resulta significativo también que un tercio de las mujeres que abortan ya hubieran realizado una interrupción con anterioridad ,que aproximadamente un tercio de los abortos se practiquen a mujeres extranjeras especialmente latinoamericanas y las diferencias acusadas que existen entre las Comunidades en cuanto a la tasa de abortos con Cataluña liderando el ranking y un índice que es el doble del que tiene Galicia que cierra la clasificación.

Insisto, independientemente del posicionamiento que cada uno pueda tener respecto de esa práctica, desde un punto de vista demográfico el aborto es una ruina.

  • Rafael Puyol es presidente de la Real Sociedad Geográfica
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