Ahora la cuchipandi va en barco de excursión

El espectáculo político al que estamos asistiendo es verdaderamente patético porque nosotros, los ciudadanos españoles estamos en él y por acción u omisión sufrimos las consecuencias con un presidente, un gobierno y los cuarenta ladrones en una fase terminal de destrucción. Pero: ¿Nos acordamos de la cuchipandi?

Aquellas alegres chiquillas que se iban a Nueva York de compras a Times Square en un Falcon oficial del gobierno como las alegres comadres de Windsor burlándose de nosotros y que nos tuvieron bien distraídos hasta que les surgieron nuevos destinos.

Una ya eurodiputada, PimPamPum buscando asiento a sus generosas posaderas, la comunista de asombroso pico para nada decir ha descubierto la peluquería, Chanel y la higiene que la lleva a un sin vivir hasta cuando se le acabe el chollo, y la última o lo que queda de ella agarrada a su bien cuidada melena destilando odio por todos los poros.

Pero no nos preocupemos porque siempre hay gente para hacer el payaso y ahora han tomado el relevo la ya madura niña sueca que sigue haciendo de marioneta del ecologismo cutre del cual también anda colgada la Sra. Colau que después de destrozar Barcelona busca acomodo en alguna maldad desde que ha descubierto que se parece más físicamente a Cristóbal Colón que a la simplemente maravillosa Anne Hathaway.

Después de devanarse los escasos sesos han descubierto el secreto del protagonismo en una vieja y arcaica flotilla que a falta de Falcon surca el Mediterráneo para ir a quejarse de los crueles israelíes que castigan sin mesura al pueblo palestino y a los pobrecitos misioneros de Hamás. Pero lo hacen al estilo cuchipandi con risas y bailes en cubierta meneando sus atributos como las chicas del follies Bergère mientras se distraen del runrún del viejo diésel entre puerto y puerto con buenos cavas catalanes y quién sabe qué seductores humos y sustancias que, lógicamente, deben ser contra el mareo.

Veremos pronto cómo tienen que vaciar de urgencia las sentinas de la flotilla en cuanto entren en aguas israelíes ondeando banderitas y meneando las caderas coronadas con guirnaldas florales de colores del arco iris.

Pero lo peor del caso es que nuestro gobierno y sus discapacitados responsables han ordenado a un buque de guerra de la Armada Española para escoltar a la festivalera cuchipandi lo cual no solo es una enorme irresponsabilidad, pues utilizar un buque que es un instrumento bélico puede provocar un conflicto diplomático de alto riesgo afectando todavía más las deficientes relaciones con el estado de Israel, solo por la locura desatada del presidente Sánchez.

Pero además es una enorme humillación para la Armada Española y las Fuerzas Armadas en general pues tan solo la leal y obligada obediencia y de disciplina moral deben estar apagando la irritación del Estado Mayor del Ejército y hasta al que supongo Capitán de Navío comandante del buque y oficialidad a su mando.

Proteger a una banda de perroflautas mientras se abandona a su suerte a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y la Guardia Civil, instalaciones y modernización de un material necesario para nuestra defensa nacional es un insulto al pueblo español. Uno más.

Definitivamente España y los españoles no merecemos un castigo semejante por parte de nuestro gobierno y debemos masivamente encontrar un objetivo común para hacer desaparecer de nuestras vidas esa tóxica invasión que hemos sufrido, aislando y encerrando a toda esa gente enferma en centros especiales o en el baúl de los olvidos. Eso nos devolverá el oxígeno y la luz, y con ello la libertad, la convivencia, la cordura y la paz.

Mariano Gomá es presidente del Foro España Cívica