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¿Qué hacen los sacerdotes en verano?
El verano para los curas está lleno de actividades de todo tipo, desde peregrinaciones con jóvenes hasta hacer cemento en sus ratos libres
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El sacerdocio no cierra por vacaciones. «Yo soy sacerdote las 24 horas del día», afirma Naim Shoshandi, sacerdote irakí que reside en España desde hace cuatro años. Aún así, el verano para los curas es también tiempo de descanso y reflexión, de acercarse más a Dios a través del ocio.
Son las 7 de la mañana, y Javier Pueyo se encuentra en un autobús camino de los Pirineos, acompañado de algunos jóvenes de su parroquia. «Ahora estoy en una peregrinación a Lourdes con los jóvenes, cortita, de unos cuatro días», explica a El Debate. Javier dedica su vida a la juventud, a quienes regala la mayor parte de su tiempo durante el curso, sin olvidarse de ellos en verano.
Ahora estoy en una peregrinación a Lourdes con los jóvenes, cortita, de unos cuatro días
«Este verano hacemos el Camino de Santiago con la Diócesis de Toledo, con el Sepaju. Allí en Santiago nos uniremos a las demás delegaciones de juventud de España y a los jóvenes de toda Europa que van a peregrinar a Santiago. También, a principios de septiembre, tenemos una convivencia de cuatro días en Salamanca con el grupo de jóvenes Peregrinos de María», relata Pueyo.
Rezar y descansar
Explica que casi la mitad del verano se dedica enteramente a las diferentes actividades, viajes y peregrinaciones que realiza con los jóvenes, así como al campamento de verano que organiza para los niños. «Aparte de estas cuatro semanas de trabajo muy intenso, con la gente de la parroquia pero fuera de ella, tengo mi semanita de vacaciones, que me voy con mi familia. También tengo mi semana de Ejercicios Espirituales, para rezar y coger fuerzas para el curso que viene». Comenta también que las semanas restantes las pasa en la parroquia, normalmente sustituyendo a otro sacerdote.
Los sacerdotes aprovechan las vacaciones para rezar y evangelizar, pero también para descansar cerca de los suyos: «Mi hermana vive en Dublín, en Irlanda, y me voy con ella y su familia. Mis padres pasan el mes de agosto allí así que una semana de la segunda quincena de agosto iré para verlos a todos».
De preparar una tesis a fabricar cemento
Naim Shoshandi vino desde Irak hace cuatro años, tras el asesinato de su hermano y gracias a una buena amistad que tiene en España. El verano es su tiempo de descanso, pero también de estudio, ya que está realizando su tesis doctoral. «Los curas en verano hacemos como todo el mundo. Cuando llega el verano todos buscamos un sitio para descansar un poquito, un refugio para tener tranquilidad. También los sacerdotes debemos tomar unos días de descanso», expresa Naim a El Debate.
Los curas en verano hacemos como todo el mundo
Para Naim, el verano es la época perfecta para recargar pilas en Dios, para conectar con Él. «Yo creo que el verano es un tiempo también para conectar con Dios. Es un tiempo para llenarlo de amor y confianza en Dios, para así poder dar más frutos».
Shoshandi también tiene hobbies muy variopintos, que van desde la lectura hasta la fabricación de cemento, tal y como compartió hace unos días en sus redes sociales. «En verano saco tiempo también para leer, para pensar y preparar los grupos de la parroquia. Ahora estoy trabajando también en mi tesis». Asimismo, reconoce que disfruta mucho saliendo con sus amigos durante los meses de vacaciones y haciendo deporte de manera constante.
«Hace cuatro años que no veo a mi familia, porque viven en Irak. Y quería ir este verano. Finalmente no he podido por los papeles, y tengo que prepararlos para el año que viene», añade Naim. Él se encarga de cuatro parroquias diferentes de la diócesis de Albacete, además de ayudar una vez al mes a las familias cristianas orientales que están acogidas en Valencia: «Tengo una comunidad en Valencia de Oriente, de Siria y Egipto sobre todo, pero también hay familias de Jordania, Líbano e Irak. Para ellos el idioma es muy difícil, por eso voy una vez al mes a dar misa en árabe y arameo en la parroquia de San Pablo».
Además, Naim colabora con Ayuda a la Iglesia Necesitada, desarrollando proyectos, dando charlas, contando su testimonio y hablando de la situación de los cristianos en Oriente, especialmente en Irak, su país.
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