Fosas comunes en Bucha
Patrick Debois confiesa la «gran conmoción de volver a ver las fosas comunes» en Europa
Patrick Desbois recoge desde el inicio de la contienda en febrero de 2022 los testimonios de las victimas en Ucrania
Patrick Desbois, presidente de la asociación Yahad-In Unum desde 2004 y director del Comité para el diálogo Judeo-Cristiano de la Conferencia Episcopal Francesa entre 1999 y 2016, se dedicó a documentar el genocidio yazidí en Irak; ahora, desde el inicio del conflicto en Ucrania se ha dedicado a recoger testimonios de las víctimas de las matanzas.
En una entrevista con Vatican News el sacerdote galo ha contado su experiencia recopilando los testimonios de las víctimas de tortura y documentando crímenes de guerra en la contienda.
Patrick Debois
El descubrimiento de fosas comunes para Desbois «fue una gran conmoción», ya que no se vivía ese horror en Europa «desde Sarajevo y Srebrenica». Tras ver las terribles imágenes de los «cuerpos en las calles de Bucha», Patrick pensó que «los rusos enterrarían a las víctimas».
«Pensábamos que habíamos pasado página y de repente se descubren fosas comunes de civiles, de soldados, en pleno siglo XXI. Es un despertar muy doloroso. Y también debemos pensar en todas las familias que no saben dónde está el cuerpo de su familiar. La fosa común es la erradicación de la memoria», apunta el clérigo.Entre los muchos testimonios de «personas sencillas», como las que ha «visto durante 20 años en Ucrania», Desbois destaca el de «un agricultor de 60 años que vivía en un pequeño pueblo con su mujer».
Aquel hombre tuvo que abandonar la ciudad tras la invasión rusa, antes de refugiarse en su casa de campo «los militares ucranianos habían aparcado un vehículo en su granero». Una vez llegaron los rusos y tras ser denunciado «se llevaron al hombre con una bolsa en la cabeza y las manos atadas. Estuvo encerrado en una celda durante 49 días. Durante tres días fue torturado».
«Nos despertamos en una Europa donde hay cámaras de tortura, fosas comunes y gente muriendo» denuncia Desbois; y apunta que «hay que enseñar a la gente que la conciencia humana es frágil. Todo hombre, cuando se encuentra en un mundo donde es lícito matar, puede convertirse en un monstruo».
