El Papa Francisco, a su llegada al aeropuerto de Marsella
44º Viaje Apostólico
El Papa aterriza en Marsella para «promover caminos de colaboración e integración»
Francisco ha llegado a la ciudad francesa para hablar del desafío de las migraciones. «Espero tener la valentía para decir todo lo que quiero decir», ha declarado
a las 14:45 de este viernes 22 de septiembre despegaba el avión de Ita Airways del aeropuerto de Roma-Fiumicino, en el que el Papa Francisco viaja a Marsella. En la ciudad francesa permanecerá el Pontífice hasta este sábado 23 de septiembre cuando se celebrará la clausura de los Encuentros Mediterráneos dedicados a los desafíos de la migración.
De esta manera, el Papa se convierte en el primer obispo de Roma en viajar a Marsella después de 500 años, en época de Clemente VII. Ha pedido oraciones que le acompañen en este viaje, el número 44º de su Pontificado. «Les pido que acompañen con la oración mi viaje a Marsella, con ocasión de los Rencontres Méditerranéennes que desean promover itinerarios de colaboración e integración en torno al Mare Nostrum, con una atención especial al fenómeno migratorio», ha escrito Francisco.
Antes de partir de Roma, ha visitado la Casa Santa Marta donde las Misioneras de la Caridad han acogido a una veintena de mujeres migrantes. Como es costumbre, ha enviado un telegrama a Sergio Matarella, presidente de Italia en el que reitera su participación en el encuentro «que reúne a Iglesias y ciudades mediterráneas con el fin de reflexionar sobre los desafíos de la acogida, la integración y la fraternidad, para favorecer el diálogo intercultural y promover caminos de paz».
Desde el comienzo de su Papado, Francisco ha denunciado sin descanso la situación de los migrantes, tanto su explotación por las mafias del tráfico como las muertes en tránsito, llegando a afirmar que el Mediterráneo es un cementerio de migrantes. La situación ha vuelto a ser actualidad con la nueva crisis en la isla de Lampedusa, a donde han llegado unos 10.000 inmigrantes en apenas tres días durante la pasada semana.
A bordo del avión papal, ha denunciado «la terrible fala de humanidad» que se está viviendo en Lampedusa y la «crueldad». Una de las periodistas que viajan con él le ha enseñado una fotografía de un niño pequeño llegado a la isla italiana y, visiblemente conmovido, ha declarado: «Los mantienen vivos en los campos de concentración y luego los tiran al agua».
Durante el trayecto, Francisco ha recordado una de las misas que celebró en una de las fronteras (de un país latinoamericano), donde había zapatos que habían perdido los migrantes durante su travesía. Sobre su viaje, ha destacado que espera «tener la valentía para decir todo lo que quiero decir».
El Papa Francisco, a su llegada al aeropuerto de Marsella
En el aeropuerto de la ciudad francesa ha sido recibido por el arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, junto a la primera ministra francesa, Élisabeth Borne y otras autoridades. Los periodistas que acompañan en sus viajes a Francisco a bordo del avión papal han descendido del aeroplano por la puerta trasera, mientras el comité de bienvenida formado por niños, una banda de música y un grupo de militares esperaban a Francisco. Como ha ocurrido en sus últimos viajes el Pontífice ha desembarcado en su silla de ruedas por un ascensor colocado detrás del avión.
El Papa, en pie ante la banda que tocaba
El Papa ha saludado en primer lugar a la primera ministra Borne, con quien ha intercambiado unas breves palabras. Los niños le han entregado un ramo de flores, la figura de un santo, y el Papa les ha obsequiado con unos medallas y un «merci». A continuación la banda se ha puesto a tocar para Francisco, que ha mostrado una actitud de recogimiento en oración y escucha. Incluso, se ha levantado de la silla de ruedas y cabizbajo y con los ojos cerrados ha escuchado la canción que le han dedicado.
Lo siguiente en la bienvenida oficial ha sido el saludo a las autoridades, que le han ido presentando personalmente. Igualmente, las autoridades vaticanas que acompañan a Francisco en este viaje han saludado a Borne. El siguiente punto en la agenda del día de este viaje tendrá lugar 17:15 horas y será la Oración mariana con el clero diocesano en la basílica Notre Dame de la Garde de Marsella.
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