Fundado en 1910

16 de junio de 2024

Monseñor Gabriele Caccia

Monseñor Gabriele Caccia, observador permanetne

El Vaticano insta a la ONU a proteger a los civiles y vulnerables en las guerras

Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Caccia ha expresado su preocupación por el «bloqueo de la ayuda humanitaria en las zonas de conflicto y los crecientes ataques contra el personal humanitario»

El observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas, Gabriele Caccia, ha denunciado en el debate abierto del órgano de la ONU que las guerras «generan efectos catastróficos en la vida de millones de personas» y son los civiles los que sufren las peores consecuencias. Así, el diplomático vaticano ha hecho suyas las palabras del Papa Francisco cuando dijo que la distinción entre militar y civil parece «ya no respetarse».

«No hay conflicto que no acabe afectando de alguna manera a la población civil de manera indiscriminada», ha continuado Caccia. De este modo, muchas personas se ven obligadas a huir de sus países de origen. De esta manera, el observador de la Santa Sede ha pedido que se implementen las disposiciones de la Resolución 1265 –aprobada en 1999, es la primera que discute la protección de civiles en conflictos armados– e incorporarlas a todos los mandatos de mantenimiento de la paz. «Es importante reconocer que la guerra moderna ya no se desarrolla exclusivamente en el campo de batalla», ha aseverado el diplomático.

Hoy, los conflictos afectan a las infraestructuras civiles como escuelas, hospitales y templos, «donde pierden la vida personas inocentes e indefensas», ha incidido Caccia. Por este motivo, la Santa Sede insta a una «particular protección de los lugares de culto en los lugares de conflicto» ya que estos «sirven como lugares de asistencia y protección para los necesitados».

El observador permanente ha señalado que para garantizar la protección de los civiles debería cesar la producción, el almacenamiento y el uso indiscriminado de armas, «como minas terrestres, municiones de racimo y armas explosivas en zonas pobladas», y en la práctica «instrumentos de muerte que, junto con otros explosivos restos de guerra, siguen representando una grave amenaza para la población incluso después del fin de las hostilidades».

Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Caccia ha expresado su preocupación por el «bloqueo de la ayuda humanitaria en las zonas de conflicto y los crecientes ataques contra el personal humanitario». Así, la Santa Sede ha pedido que se respete el derecho internacional humanitario, al tiempo que condena «cualquier intento de obstaculizar la entrega de bienes como alimentos, agua y medicinas, así como los ataques indiscriminados contra personal humanitario y médico que ha puesto en peligro sus vidas para ayudar a la población en el campo».

Comentarios
tracking