Cardenales en el Vaticanol
Cónclave
¿Por qué se llama cónclave al proceso para elegir al Papa?
La palabra «cónclave» viene del latín «cum clave» que significa «bajo llave»
Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado lunes 21 de abril, este miércoles, 7 de mayo, comienza el cónclave, le proceso por el cual se elegirá al nuevo pontífice. Este tendrá lugar en el interior de la Capilla Sixtina y se espera que, pocos días después, salga la fumata blanca por la chimenea, que significará que la Iglesia ya tiene un nuevo Santo Padre. No obstante, este proceso no siempre fue rápido y en algunos casos se tardaba meses o, incluso, años.
¿Y por qué se conoce como «cónclave» a este proceso? La palabra «cónclave» viene del latín «cum clave», que significa «bajo llave», ya que la reunión de los miembros del Colegio Cardenalicio que eligen al sucesor del difunto pontífice lo hacen a puerta cerrada.
El origen del cónclave
El sistema del cónclave fue institucionalizado oficialmente por el Papa Gregorio X en el Segundo Concilio de Lyon (1274), tras una de las elecciones papales más largas de la historia, la que siguió a la muerte de Clemente IV (1268), que duró casi tres años. Para evitar futuras demoras y presiones políticas, se estableció que los cardenales debían estar encerrados, sin contacto con el exterior. Además, se reducían progresivamente sus condiciones de vida, es decir, la comida y las comodidades, si no alcanzaban un acuerdo en varios días. Nadie debía interferir en el proceso.
Desde entonces, el sistema del cónclave ha evolucionado, pero su esencia se ha mantenido:
Solo pueden votar los cardenales menores de 80 años.Se celebra en la Capilla Sixtina, bajo estrictas medidas de seguridad y secreto.El nuevo papa debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos.
¿Cuánto durará el cónclave?
Si tomamos como referencia los cónclaves celebrados en el último siglo —empezando por el que eligió a Pío XI en 1922—, la media se sitúa en tres días de duración y cerca de siete votaciones antes de conocer al nuevo Pontífice. Si esta tendencia se mantiene, el nombre del Papa número 267 de la Iglesia católica podría conocerse entre el 8 y el 9 de mayo, dado que el cónclave comienza el 7 de mayo.