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29 de marzo de 2024

Labores de limpieza del derrame de petróleo vertido al océano Pacífico desde la refinería peruana de La Pampilla

Labores de limpieza del derrame de petróleo vertido al océano Pacífico desde la refinería peruana de La PampillaEFE/Stringer

Tsunami de Tonga

Repsol no fue consciente de la magnitud del derrame de crudo en Perú «hasta un día después»

La compañía admite «errores» en la gestión del desastre y asume «todas las responsabilidades» para reparar el daño causado

El presidente de la empresa española Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta, admitió que la compañía tuvo un «error de percepción» sobre la magnitud del derrame de petróleo en el mar peruano el pasado día 15 y que no conoció el impacto del «desastre ambiental» hasta el día siguiente del incidente.
El representante de Repsol en Perú ofreció una entrevista al programa televisivo Punto Final en el que admitió una gestión deficiente, pero aseguró que la compañía solo tuvo plena consciencia de lo sucedido varias horas más tarde. «Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente», indicó Fernández-Cuesta en alusión al reporte inicial de siete galones de petróleo vertido, que con el paso de las horas se convirtieron en 6.000 barriles. No obstante, señaló que «hasta el día siguiente no fuimos conscientes de la magnitud» del derrame, que fue extendiéndose con la corriente marina.
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la extensión del área afectada en la playa y litoral es de 180 hectáreas, y en el mar de 713 hectáreas, de acuerdo a la última medición realizada este domingo.
El titular de Repsol agregó que «no fuimos conscientes de la magnitud, hasta que empezó a llegar el petróleo a las playas» de Lima y la vecina provincia del Callao, pero aseguró que la labor de limpieza de las mismas estará terminada a finales de febrero próximo.

«Fuerza súbita»

Fernández-Cuesta explicó que han demostrado «que algo raro estaba sucediendo en el mar del Callao, pues nunca una fuerza súbita, extraordinaria, ha sido capaz de arrancar de cuajo dos tuberías» de la refinería de La Pampilla, cuando era abastecida de crudo por un barco.
La empresa sostiene que un oleaje anómalo provocó que las tuberías de suministro del petróleo se desconectaran y generaron el derrame, precisamente el día que una erupción volcánica estalló en la remota isla de Tonga y motivó alertas de tsunami en Ecuador y Chile.
«El trabajo de contención se ha hecho cuando se fue consciente de la magnitud del evento, no hemos parado, (...) sobrevolamos las playas cada día para controlar las posibles manchas, (...) pero hay zonas de difícil acceso en rocas y acantilados», expresó el presidente de Repsol en Perú.
Sobre la labor de limpieza del mar y las playas, el representante detalló que no repararán en gastos «para remediar lo más pronto posible este desastre» y que el crudo recuperado en el agua y la arena los están llevando de vuelta a la refinería para su tratamiento.
«Estamos demostrando desde el primer momento que vamos a asumir todas las responsabilidades que acarrea y asumiremos aquellas responsabilidades que los órganos civiles y judiciales determinen», afirmó Fernández-Cuesta.

Versión del Gobierno

Por su parte, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, entrevistada por el mismo programa, declaró que el gobierno verificó que, al segundo o tercer día después del derrame, «el plan de contingencia no se había desplegado».
«Trajimos dos 'skimmer' (máquinas para recoger crudo en el mar) con los que se empezó a limpiar porque al principio no tenían nada. No había suficiente personal y hemos desplegado a las fuerzas armadas. No hemos visto una reacción diligente de la empresa», indicó Vásquez.
La primera ministra añadió que «nos toca hacer una valoración del daño porque todavía se sigue expandiendo hacia las playas, identificar cuánta gente vivía de la pesca en estas playas, el daño ecológico», al ser consultada sobre las sanciones e indemnizaciones que se impondrán a la compañía.
En paralelo, un millar de personas de diversos colectivos civiles y organizaciones ambientalistas protestaron este domingo en los exteriores de la refinería contra la multinacional española, a la que acusan de haber mentido a la nación en sus primeros reportes sobre las cifras del vertido. Bajo consignas como «¡Repsol, escucha, fuera del país!», los manifestantes exigieron «una indemnización para los sectores aledaños» y «una revisión de los contratos para evitar este tipo de situaciones nuevamente».
Manifestaciones en Perú contra Repsol por el desastre provocado por el derrame de crudo en  Lima

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