La Aemet recomienda «extremar las precauciones» ante el recrudecimiento del temporal de frío

Gérard nos ha traído un desplome generalizado de las temperaturas acompañado de viento, lluvia y nieve. Pero esta borrasca era solo un aperitivo. El «importante» temporal invernal se recrudece con la borrasca Fien, que ya se situaba este martes al suroeste de las Islas Británicas y no dejará de enviar vientos fríos del noroeste que dejarán chubascos intensos en el norte peninsular, que en muchos casos serán en forma de nieve y en cotas bajas.

Entre este miércoles y jueves la nieve caerá en buena parte del extremo norte de la península con acumulaciones importantes a partir de los 200-300 metros sobre el nivel del mar. Incluso es posible que se vea nevar en muchas playas de la costa cantábrica debido al desplome de la cota que se producirá durante estas jornadas. El espesor variará entre los 5 y los 15 centímetros en función de las zonas.

Según el índice EFI (Extreme Forecast Index) que utilizan los meteorólogos para medir la rareza de un fenómeno, la nevada va a ser inusual en buena parte del extremo norte, en puntos del este de la meseta y zonas del este de Andalucía. Según explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, «es normal que nieve en esta época, pero los acumulados que vamos a ver en las próximas horas son inusuales». Del Campo recalca que es un fenómeno extremo y, por tanto, «hay que extremar las precauciones».

Será este jueves cuando la situación cambie. Seguirán produciéndose precipitaciones en forma de nieve, pero se prevé que entre una masa de aire más templado, lo que provocará un ascenso significativo de la cota de nieve a lo largo del día. En zonas del tercio norte, las acumulaciones de nieve podrán alcanzar todavía los 20 centímetros.

​Avisos en 15 comunidades

Este miércoles, por tanto, se mantienen las alertas en 15 comunidades autónomas –todas salvo Canarias y Extremadura–, entre las que destacan los avisos naranjas que indican riesgo importante en toda la costa atlántica gallega y la cantábrica por fenómenos costeros. El riesgo también será importante por nevadas en la montaña de Lugo, sur de Orense, norte y oeste de la provincia de León y la práctica totalidad de Asturias y Cantabria.

El norte de Palencia, Burgos, La Rioja, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Huesca estarán afectadas por ese mismo aviso de nevadas, que podrían acumular un buen espesor. La meseta de Segovia y Ávila, así como el Sistema Central, también continuarán en aviso por nevadas, al igual que las sierras de Cazorla y Segura y la zona comprendida por las localidades de Guadix y Baza, en Granada.

Pero otras muchas zonas del país estarán en aviso amarillo –que indica riesgo– por nevadas (como en el norte de la Comunidad de Madrid, la Mancha conquense o la Serranía de Cuenca), a las que se unen las alertas por viento en buena parte de la Comunidad Valenciana, Tarragona, Barcelona y las Islas Baleares.

Numerosas incidencias

Este martes, el paso de la borrasca Gérard junto con los primeros coletazos de Fien ya produjo cientos de incidencias por todo el país. El viento, que sopló con fuerza en toda España, obligó a cerrar parques y jardines para evitar la caída de árboles o ramas. En Galicia, las incidencias fueron más de 700 entre inundaciones en calles, carreteras o viviendas y derrumbes.

Pero en el resto de comunidades la situación ha sido similar: decenas de llamadas a emergencias en Murcia, Andalucía o Asturias, región en la cual la estación de la Aemet situada en el aeropuerto ha batido el récord de precipitaciones, registrado en el año 2000, con 70,9 litros por metro cuadrado.

En Cantabria, el temporal ha dejado sin clase a 4.800 alumnos además de haber inundado el zoo de Santillana del Mar, donde se ha tenido que trasladar a sus animales. En la región vecina del País Vasco se han registrado caídas de árboles y de tejas, y el viento se ha llevado parte del tejado de frontón municipal de Fuenterrabía. Además, se ha producido el primer fallecido a causa de este temporal, un hombre de 80 años, cuya desaparición habían denunciado sus familiares unas horas antes, en el puerto de Bermeo, localidad costera de Vizcaya azotada por rachas de viento y lluvia.