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19 de abril de 2024

Una ciudadana caminando por Japón

Una ciudadana caminando por JapónGTRES

Aproximadamente 1,5 millones de japoneses viven como reclusos sociales tras la covid

El aumento en el número de personas que viven como reclusas preocupa a las autoridades, por eso han decidido tomar medidas

Casi 1,5 millones de japoneses en edad laboral de los 126 millones habitantes que tiene el país viven como reclusos sociales, según una encuesta realizada por el Gobierno. De todos estos casos, una quinta parte se debe a las presiones que desde 2019 desencadenó el coronavirus y todas las restricciones.
El gran número de estas personas, denominadas hikikomori, que consiste en un fenómeno psicopatológico y sociológico en el que las personas se retiran de la sociedad al menos seis meses y se encierran en su hogar para evitar cualquier compromiso social como la educación, el empleo y las amistades, comenzaron a alejarse de la vida cotidiana después de perder o dejar sus trabajos.
Según el gabinete, un 20,6 % de los ciudadanos expresó que su situación había sido desencadenada por cambios en su estilo de vida debido a las restricciones impuestas durante la pandemia de la covid. Este grupo representa hoy en día al 20 % de las personas entre 15 y 62 años.
En las encuestas realizadas por el gabinete participaron 30.000 ciudadanos de entre 10 y 69 años de todo Japón el mes de noviembre del año 2022. Los resultados vieron que un poco más de una quinta parte de los encuestados –que tenían entre 15 y 39 años– habían estado aislados de seis meses a un año. Además, más de un 20 % de las personas aseguró haber experimentado problemas de relaciones interpersonales, el 18 % aseguró que la situación era «culpa» de la pandemia.
Entre las personas con edades comprendidas entre los 40 y los 64 años, las autoridades vieron que el 44,5 % de los ciudadanos habían desencadenado ese comportamiento al haber dejado sus trabajos. No obstante, el 20,6 % de este grupo también cito al coronavirus como causa.
Japón no actuó como China, no bloqueó la ciudad ni impidió la vida durante casi tres años. Lo que hizo para tratar de contener el virus fue pedir a los japoneses que evitasen las salidas innecesarias durante los meses con más contagios.
El aumento en el número de personas que viven como reclusas preocupa a las autoridades, por eso han decidido tomar medidas. Es el caso de Edogawa, un barrio de Tokio, que a partir del mes de junio llevará a cabo eventos relacionados con la socialización y metaverso para que los ciudadanos vuelvan a la vida de antes de la pandemia.
Según el diario The Guardian, este barrio alberga a más de 9.000 personas, incluidos estudiantes que han dejado de asistir a clases, que se describen a sí mismos como hikikomori, según una encuesta de 2021.
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