El capitán de La Peregrina, Javier Babé
Muere el capitán del barco español que cruzaba el Atlántico con medios del siglo XVII
Javier Babé, capitán de La Peregrina –el barco del 'Reto Astrolabio' que pretendía atravesar el océano Atlántico utilizando técnicas del siglo XVII–, falleció en la madrugada de este sábado de una insuficiencia cardíaca cuando se encontraba a tres jornadas de navegación de llegar a su destino, isla Deseada.
Según ha comunicado la organización del reto, la tripulación estaba a 420 millas este de Guadalupe –el archipiélago del que forma parte La Deseada– cuando Babé, de 75 años y toda una vida dedicada a la mar, entró en crisis cardíaca y falleció a consecuencia de una insuficiencia cardíaca congestiva, informa Europa Press.
Al producirse la indisposición cardíaca de madrugada, la tripulación determinó abandonar el propósito del 'Reto Astrolabio' y solicitó ayuda a Salvamento Marítimo mediante el teléfono satélite del barco. Mientras, el médico cardiólogo que iba a bordo, Antonio Grandío, consiguió estabilizar al capitán, que recuperó consciencia, si bien se decidió que fuera evacuado.
Poco más tarde se produjo una llamada de un crucero americano para establecer un punto de encuentro para el traslado de Babé, que falleció finalmente en ese preciso momento.
Despedida
Tras producirse el deceso, el narrador en tierra de la aventura, el ganador del Premio Nacional de Literatura y Premio Nadal Alfredo Conde publicó un obituario en el que destacó que Babé «cumplió con los fines de su Reto Astrolabio» y «vio cumplidos sus deseos de morir en el mar».
«Javier acaba de morir como murieron muchos de los más grandes navegantes, solo que él, que sí ha muerto como ellos, acaba de hacerlo en un siglo que le ofrecía toda la tecnología de la que dispone para que él renunciase a ella a fin de poder hacer lo mismo que esos grandes marinos, Colón, Elcano, Drake y tantos otros hicieron en sus días: recorriendo a la inteligencia, utilizando el instinto, haciendo uso del conocimiento del medio que poseía y hacerlo acompañado de su esposa y de sus amigos», ha manifestado.
Velero 'La Peregrina'
Así, asegura que no deben llorarlo, sino «alegrarse por haberlo conocido y haber sido sus amigos», así como «por haberlo visto vivir de acuerdo con sus deseos». «Javier fue un hombre de ideas claras y corazón abierto. La suya ha sido una vida ejemplar. Celebremos haberlo conocido y sintamos como propio el dolor de Cristina y de sus hijos», concluye.
Reto Astrolabio
Esta iniciativa, denominada 'Reto Astrolabio', estaba protagonizada por un grupo de ocho marineros gallegos, que navegaban a bordo de esta embarcación equipada solamente con instrumentos renacentistas.
En concreto, la aventura fijada consistía en atravesar 3.000 millas (5.000 kilómetros) de océano y recalar en un punto previamente fijado utilizando técnicas del siglo XVII. En concreto, el barco partió de la Isla de Arosa el 27 de febrero hacia La Gomera, desde donde reanudó la navegación a mediados de marzo. El itinerario marcado (La Gomera-La Deseada) era el mismo que el de la segunda expedición capitaneada por Cristóbal Colón en 1493.
Velero 'La Peregrina'
Los sistemas de navegación modernos estaban confinados en un cofre, precintado ante notario en el puerto de La Gomera que solo se abriría en caso de emergencia, intentando navegar las 3.000 millas únicamente con el astrolabio, además de un total aislamiento del mundo exterior.
'La Peregrina' navegaba con ocho tripulantes: el capitán y creador de la idea, Javier Babé, que ya capitaneó en 1982 la primera expedición española a la Antártida a vela, y otros siete experimentados navegantes. El barco era un queche de acero de 20 metros de eslora armado en 1984 en Argentina, con el que estimaban llegar a La Deseada en un plazo de entre 19 y 21 días desde La Gomera.
Además, estaba previsto que la aventura se plasmara en un documental llamado El Reto Astrolabio, en el que participa la Televisión de Galicia (TVG) y cuyo objetivo es mostrar a la audiencia cómo era la navegación hasta el siglo XVIII, destacando la importancia de la experiencia y habilidades de aquellos navegantes en contraposición con las tecnologías modernas. A bordo del barco, de hecho, viajaba también el equipo de grabación del documental.
Adicto a la mar
En sus más de cinco décadas echado a la mar, Babé acumuló una cuarentena de travesías, según recoge Diario de Pontevedra. Se inició a los 20 años y a los 26 ya era capitán de marina mercante. En sus singladuras sufrió todo tipo de inclemencias climáticas, además de naufragio y secuestro. Tan adicto a la mar era que durante años su hogar fue un velero en el que vivía con su mujer y su hijo.
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