
Los relojes de pared no se cambiarán de hora automáticamente
A las 3:00 serán las 2:00
Hornos, neveras o despertadores… el cambio de hora no llegará a todos dispositivos
Algunos productos de tecnología que tenemos en casa no ajustarán su horario la noche del sábado al domingo y necesitarán ayuda manual
Desde hace casi una década nos preocupamos cada vez menos de que nuestros dispositivos tecnológicos tengan la hora correcta. La conexión a Internet hace que el tiempo pase para todos por igual y que los dos momentos del año en los que ajustamos los relojes se hagan de manera automática.
Ya no giramos la manija porque los smartwatches son capaces de ofrecernos la hora de todo el mundo. Ajustan el horario de verano o de invierno y da igual si estamos en Europa o en Oceanía. Están programados para no fallar cuando las dos sean las tres.
En los móviles nunca nos hemos preocupado por poner el horario correcto porque llegan de fabrica programados. Si alguien tiene que madrugar un domingo por la mañana ponía su despertador en manos de su móvil sin sustos.
Pero si miramos por otras zonas de las casas todavía hay muchos aparatos que necesitan de la ayuda del hombre para ponerse en hora. Es más, algunos volverán a dar bien la hora después de un año porque al dueño se le olvidó girar la rueda.
Cocina
La tecnología todavía no ha entrado en la cocina de muchos hogares. El reloj del horno es de los más observados de la casa para no llegar tarde al colegio o al trabajo, pero hay que dedicarle tiempo a encontrar cómo adelantar o retrasar la hora sin perder los nervios.
Los frigoríficos no suelen tener reloj, pero los que tienen necesitan una ayuda manual. Otra cosa es el sea un frigorífico inteligente conectado a internet que se pondrá en hora en su momento oportuno.
Las lavadoras y secadoras tampoco suelen tener reloj, pero si miramos a la pared encontramos otro de los relojes más mirados de la casa. Un reloj de pared necesita pilas y que giremos las agujas para que marque bien el tiempo.
Despertadores y el coche
En el resto de la casa tenemos los despertadores como esos aparatos cada vez más en desuso que hay que poner en hora porque nos jugamos un atasco por la mañana si nos quedamos dormidos. Hay algunos que están programados para el horario de invierno o verano cuando llegue el día, pero al resto hay que ajustarlos.
En casa queda un cajón donde se guardan todos los relojes analógicos que no utilizamos. Si no los reajustamos el domingo de turno de mayo o de octubre, tocará ponerlos en hora cuando se usen, pero siempre antes de colocarlos en la muñeca y dar por seguro que son fiables.
El reloj del coche también hay que ponerlo en hora el domingo por la mañana para evitar sustos el lunes. Aunque el coche tenga conexión a Internet, eso no suele influir en el ordenador del coche para evitar conflictos de conexiones. Otra vez habrá que tocar muchos botones hasta encontrar la combinación perfecta sin modificar todo lo demás.
Bonus
Los dispositivos conectados a Internet que tengan forzada la hora del usuario también necesitan ayuda para el cambio de hora. Si la hora no está como automática habrá que reprogramarlos sumando o restando esos 60 minutos.